Por Cristian Nielsen
En homenaje al Día del Maestro, hoy el redactor descansa y se ha permitido extraer pequeños fragmentos de las historias de tres grandes del magisterio paraguayo.
En homenaje también, y permítaseme la autoindulgencia, de mis padres que fueron educadores.
La educación es vida
RAMÓN INDALECIO CARDOZO — 16 de mayo de 1876, Villarrica — 20 de abril de 1943, Buenos Aires, Argentina
Tomado de “Ramón Indalecio Cardozo (1876-1943). Pionero de la Escuela Activa paraguaya” — Anahí Soto Vera y David Velázquez Seiferheld.
“La Educación no es preparación para la vida, es vida”. El aula se convierte en un laboratorio de vida cívica, donde no solo se adquieren las nociones democráticas, sino que también se practican sus valores. De sus innovaciones, Cardozo adoptó la idea de construir las reglas de modo democrático, partiendo de la diversidad de personalidades, de la pluralidad, y sustentadas sobre la libertad y la responsabilidad. Cardozo lo sintetiza de esta manera:
“Hay que preparar al niño para la vida, no para la escuela.”
La depuración de las planillas docentes según el escalafón docente fue otro elemento que provocó la ira de ciertos sectores que esperaban el momento de arrasar con todo rastro de ese modelo pluralista y meritocrático que hacía mella en el poder de los caudillos políticos locales.
Su osadía había llegado al límite de incluir a conocidos anarquistas y socialistas no solo en los cuadros docentes, sino también en delegaciones internacionales de representantes del país. Curiosamente, y no tanto, la escuela activa era bien vista en los medios comunistas por su insistencia en la cultura del trabajo, y en el trabajo como eje fundamental de la vida.
Reivindicador del castellano
DELFIN CHAMORRO — 24 de diciembre de 1863, Asunción — 30 de mayo de 1931, Asunción
Extraído de “Forjadores del Paraguay – Diccionario Biográfico. René Alejandro González Rodríguez, Asociación Cultural Mandu´arã”.
Enseñó a escribir correctamente e hizo amar a todos los que pasaron por sus cátedras el pujante idioma castellano. Interpretó cabalmente la necesidad que padecía el país con relación al reducido léxico que poseía. Implementó un programa sistemático y organizó un modelo de enseñanza de acuerdo a la idiosincrasia y las peculiaridades propias del pueblo paraguayo. Condicionó la cultura idiomática autóctona en los moldes de la “Gramática Castellana” de (Andrés) Bello en la que el autor destaca el carácter funcional de las partes de la oración y la terminología de los tiempos verbales.
Luchó como “un Quijote contra el tradicionalismo nacional que considera que sólo en guaraní se traducen nuestros sentimientos… Abogó por un castellano castizo, e inició desde la cátedra la defensa del español, constituyéndose en verdadero vindicador de los fueros del idioma. Comprendió que el español es el único y verdadero vínculo de la cultura y la civilización; el vínculo fraterno que une a millones de hispano hablantes”.
Origen de generaciones de maestros
JUAN PEDRO ESCALADA — Santa Fe (Argentina), 29 de junio de 1787 – 13 de agosto de 1869, Asunción.
Fragmento del artículo biográfico publicado por la Real Academia de la Historia.
Juan Pedro Escalada estaba vinculado con ilustres personalidades del Río de la Plata, entre ellas María de los Remedios de Escalada de San Martín, esposa del libertador José de San Martín.
Con apenas 20 años, Escalada abrió una escuela de las primeras letras en Asunción, durante el mandato del último gobernador de la provincia del Paraguay, Bernardo de Velasco y Huidobro. En 1807, su escuela funcionaba en el Barrio San Roque y desde allí orientó y educó a gran parte de la niñez paraguaya por espacio de casi 60 años.
Durante los acontecimientos emancipadores de 1811 no se mantuvo ajeno y estampó su firma en el acta de la independencia. En 1812 se casó con Pastora del Rosario Fretes Britos, oriunda de Ibytymí, matrimonio que dio origen a varias generaciones de notables exponentes de la cultura paraguaya.
Entre su larga descendencia figuran las educadoras: Asunción Escalada y las hermanas Emiliana, Dolores y Crispina Escalada. Además, los profesores y juristas Víctor Urbieta Rojas, ex ministro de Guerra y Marina de la Guerra del Chaco, el doctor Pastor Urbieta Rojas y Marcial Sosa Escalada. Periodistas, matemáticos y músicos como Gustavo Sosa Escalada, Jaime Sosa Escalada, fundador de la Biblioteca Nacional de Asunción y cofundador de la ciudad de Resistencia, y el historiador Juan Manuel Sosa Escalada.
El magisterio del maestro Escalada fue heterogéneo y competente. Enseñó varias materias con excelencia y dominio de las mismas. Dictaba clases de Gramática, Castellano, Latín, Francés, Aritmética, Contabilidad, Geografía, Historia general, Geología, Cosmografía, Literatura y hasta Medicina e Higiene. Él mismo preparaba los textos en manuscrito y vendía a sus discípulos a precios reducidos.
Era el profesor Escalada de carácter afable, delgado y de estatura más bien baja, de ojos azules y risueños y de largos cabellos rubios hasta los hombros.
Una alta galera y una amplia capa española adornaban su alegre fisonomía.