Los acontecimientos educativos que se desencadenan por situaciones de la naturaleza de una pandemia, sobre todo en el Paraguay, están comenzando a sentirse a través de la necesidad de unos cambios del quehacer educativo.
La licenciada Celia Ayala de Velázquez, directora de la Escuela Básica N° 19 Rca. Oriental del Uruguay, mencionó que el mayor desafío hoy es lograr que modalidades como la que se está implementando con la educación a distancia puedan llegar a realizarse de manera habitual, como parte de la agenda educativa.
“Lo ideal sería enseñar y que los alumnos logren las competencias del aprendizaje que se esperan, siempre y cuando se tengan los medios necesarios para poder desarrollarlas como por ejemplo acceso a internet, equipamientos informáticos en la escuela o en la propia casa para poder ser replicadas allí las enseñanzas, y formación constante de los docentes para mantenerse actualizados”, resaltó Ayala.
Agregó que es un desafío estructural, ya que no solamente se necesita de la voluntad de los docentes y estudiantes, sino de todo el estamento educativo, organizado para poder llegar a todos los niños, jóvenes e incluso adultos que estén dentro del sistema escolar.
“En este momento a los docentes que estamos acostumbrados al relacionamiento directo con nuestros alumnos, se nos está tornando un poco difícil todavía; pero a medida que estamos trabajando, desarrollando todo el proceso, vamos adquiriendo experiencia mutuamente, con los padres más involucrados que nunca. Esto requiere de mucha paciencia de manera a que responda a lo que apunta el aprendizaje de los niños y jóvenes y así como el del maestro. Estamos en pleno desarrollo del proceso”.
La directora aseguró que reinventar las formas de interactuar con los niños y jóvenes se vuelve una tarea urgente y de repente se torna incierto ya que es una experiencia totalmente nueva.
“Para un maestro de una escuela pública y sobre todo con alumnos vulnerables, de zonas vulnerables, las condiciones limitan, es difícil, pero no imposible. Lo importante es poder gerenciar los recursos con los que contamos para el desarrollo de las clases, de manera a que todos estén al mismo nivel, con las mismas condiciones, con la misma capacidad y accesibilidad, siempre esperando el logro de los objetivos de clase”.
Finalmente señaló que hay que sumar esfuerzos recalcando que el Estado debe estar presente de manera permanente para el acompañamiento de estos cambios y colocar tanto la salud como a la educación en primer lugar. “Este es un aspecto muy positivo, puesto que la formación del estudiante pasa a un primer plano en la casa y además porque se evidencia el trabajo diario del docente, no completamente, pero de una manera más aproximada, y se empieza a valorar más la labor docente”, concluyó Ayala.
