¿Has pensado alguna vez qué significa “correr como una chica” o “pelear como una chica”? Muchas veces se asimilan de la sociedad los valores negativos y sin darte cuenta ya estás discriminando.
“No vas a poder”, “esto es solo trabajo para hombres” “¿una mujer?, ¿a quién se le ocurre que ella podría hacer bien esto?”, “si es mujer no la contrato” Estas frases se hacen cada vez más comunes en una sociedad machista como la nuestra, pero ¿te has detenido a pensar en todas esas mujeres que hoy rompen esquemas y dejan boquiabiertos a quienes no creían en ellas?
Una de ellas es Liz Román, una sanlorenzana de 36 años que hace dos años trabaja con su esposo en plomería y se ha ganado el respeto de todos los que conocen de su esfuerzo.
Liz se define como una persona que le gusta disfrutar de la familia, fanática de sus hijos y del vóley, además es exigente consigo misma.
“Todo empezó con la llegada de la pandemia. Mi hijo mayor ya no pudo ayudar a mi esposo porque también comenzaba la facultad. Entonces mi esposo empezó a buscar un ayudante y no conseguía. Le propuse que podía arrancar con él a hacer plomería y aceptó. Él es mi mentor, me enseñó todo lo que sé y sigo aprendiendo con él”, contó.
Al comienzo fue fácil porque era sólo pasar las herramientas, pero ahora ya hace más cosas, saca nivelación, pica las paredes con mazo y corta hierros o con otras herramientas hace mezclas, cava, etc.
“La plomería me deja la satisfacción de que he podido demostrarme y demostrar a la sociedad que se puede hacer todo por los hijos, eso es lo más maravilloso, darle a ellos su comodidad, así como el poder ver a los clientes satisfechos con nuestro servicio”, mencionó la plomera.
También confesó que las personas se quedan muy sorprendidas al ver su trabajo, por lo general la ven cavando, picando la pared o sacando piedras y quedan asombradas.
“Esta es la forma de demostrar que la mujer puede hacer también trabajos que por lo general están destinados a los hombres. Siempre queda el temor si estará bien lo que hacemos, dudamos y volvemos a verificar el trabajo, pero las mujeres somos capaces de todo, y más si está en juego nuestra necesidad. La vida es muy dura, por eso mi esposo y yo somos un gran equipo”, refirió la plomera paraguaya.
Además, comentó que lo más desafiante de ser mujer en el rubro es que muchas veces le cuestionan, pero está convencida en que la mujer paraguaya siempre será parte del progreso y cada vez se irán rompiendo más tabúes.
“Les diría a todas que tengan confianza, que no hay cosa que nosotras no podamos realizar, no importa el rubro”, concluyó Liz.
Los interesados en contactarla a ella y su esposo pueden hacerlo a los números (0981) 623 554 Y (0991) 675 581.