Karen Ovelar descubrió su pasión por el mundo del maquillaje durante su juventud, donde las tradicionales fiestas escolares la impulsaron a desarrollar sus primeras técnicas de maquillaje. Así, al igual que otras adolescentes, los tutoriales de YouTube se convirtieron en la herramienta “perfecta” para conocer los procedimientos básicos.
Posteriormente, la joven realizó cursos de maquillaje para perfeccionar su técnica. Mientras daba sus primeros pasos en el rubro de la belleza, Karen también ingresó al cursillo de ingeniería con la intención de convertirse en una profesional del área de la construcción.
“Me daba cuenta de que cuando estaba estudiando física y cálculo me escribían mis clientas y buscaba maquillarles, pero no para ganar dinero, sino para despejarme. Así, me di cuenta de que iba a tener un camino distinto en la vida”, relató.
Así, aferrándose a las brochas y las sombras, Karen optó por dedicarse de lleno al mundo de la belleza y desarrolló “Koko Beauty Center”, donde ofrece a sus clientas una variedad de servicios estéticos. Mientras le daba forma al emprendimiento se topó con diversos obstáculos, que ahora recuerda con alegría.
“Las primeras dificultades con las que me encontré fueron mis padres. Ellos son egresados de la Universidad Nacional de Asunción y les sorprendió el cambio de rumbo que decidí. Aunque, con el tiempo, logré que apoyaran mis sueños”, comentó.
En esta misma línea, la profesional comentó que “todo el esfuerzo dio frutos” y que, actualmente, le va “muy bien” debido a que su equipo de trabajo se está dando a conocer en el mundo de la estética.
Para complementar su emprendimiento, la joven cursa actualmente la carrera de marketing en la Universidad Americana.
A la hora de plasmar sus habilidades artísticas a partir de las brochas, Karen siempre busca resaltar la belleza de sus clientas con un toque natural. “Mi toque personal es el rubor, con los ojos bien rasgados”, agregó.
Con miras al futuro, Karen sueña con habilitar un centro de formación en el que pueda brindar todos los conocimientos que adquirió durante su proceso de crecimiento profesional.
Asimismo, en el proceso de cumplir sus metas y aspiraciones, la joven no descarta crear su propia línea de maquillaje.