¿Ustedes creen en fantasmas? Dicen que donde hay hombres no hay fantasmas y Sajonia puede ser un ejemplo claro de esa expresión.
Quien transite por uno de los barrios con más potencial de Asunción, puede darse cuenta de la cantidad de suntuosas residencias que datan de fines de 1800 y principios de 1900, cuando la zona albergaba a muchas de las familias más pudientes.
Hoy esas casas son protagonistas del miedo por su estado de decadencia y los ruidos paranormales que se escuchan en las noches. Actualmente están en poder de delincuentes y personas que consumen drogas. La pregunta es ¿qué hacen las autoridades para combatir este mal?
El historiador Eduardo Nakayama confesó que no cree en brujas, pero de que las hay, las hay, dijo en tono de risa el especialista.
Además, recordó que en su época de juventud, hace 30 años, se hablaba de muchas casas embrujadas en ese lugar.
“Soy exalumno del Colegio Cristo Rey y mi radio de acción era la zona del barrio Sajonia, siempre se hablaba de las casas embrujadas. Es importante entender el desarrollo urbano, pues el barrio tuvo su esplendor en la década del 20 al 60, por ser una urbanización creada por Karl Wilhelm Christian Heisecke Heinrich, junto con su yerno Eduardo Schaerer”.
Continuó diciendo que ambos personajes lotearon parte del barrio y muchas de las familias más importantes de Asunción se afincaron con casas tipo Villas de veraneo, casas quintas amplias, sobre la avenida Carlos Antonio López, acompañadas por la creación de una línea del tranvía que iba hasta cerca del puerto Sajonia, donde estaba también una Central Termoeléctrica que producía la energía.
Nakayama contó que en la década del 70 y el 80 empezó a instalarse el Poder Judicial y como ocurre con los barrios residenciales, se va la tranquilidad, y los residentes empezaron a optar por otros lugares para vivir y hubo un proceso de abandono.
Por otro lado, afirmó que muchas personas mayores sin dejar descendientes abandonaban sus casas, así como gente que pertenecía a la élite política y económica de la Asunción de las épocas anteriores que partieron al exilio y no regresaron para tomar posesión de sus casas, por lo que fueron ocupadas de manera precaria por otras familias o se deterioraron de a poco hasta lo que ocurre hoy.
“El barrio Sajonia tiene un enorme potencial turístico, desde el puerto mismo, pasando por la antigua cervecería y por la Central Termoeléctrica, además de todo lo que significa el paseo de la avenida Carlos Antonio López. Hay que trabajar por un proyecto de revitalización del barrio. Es necesario para que vuelva a tener una vida nocturna y que los vecinos vuelvan a ocupar los espacios públicos”, refirió.
También explicó que el parque Carlos Antonio López está muy oscuro y hace falta un trabajo de fondo para recuperar ese espacio de la ciudadanía y que dejen de ser refugios para delincuentes y drogadictos que propicien la inseguridad.
LOS VERDADEROS FANTASMAS
Por otra parte, la historiadora Noelia Quintana, aseguró que Asunción tiene menos patrimonio histórico por la desidia de las autoridades. Las casas no están llenas de fantasmas, sino abandonadas, y la gente se asusta porque están llenas de delincuentes, sobre todo las que están en la avenida Carlos Antonio López.
“Esa es la verdad y tenemos que hablar de cosas palpables. Hace falta cuidado del patrimonio cultural y material que le corresponde a la Municipalidad. Muchas casas tienen dueños que no se ocupan de ellas y se convierte en zona de delincuentes. También sobre la propia avenida José Gaspar Rodríguez de Francia, cerca del Canal 9 y cerca del súper 6. No hay reglamentación municipal que exija a los propietarios el cuidado correspondiente”, detalló Quintana.
Agregó que existen mesas de trabajo donde se habla de planificación de urbanismo y tienen que rendir frutos. “Nuestros concejales deben mostrar que están trabajando y están haciendo algo, no se ponen las pilas, y el intendente tampoco”, aseguró la historiadora.
EL ANTIGUO CEMENTERIO
La arquitecta María Teresa Miranda, mencionó que hay fantasmas en esa zona conocidos por la creencia popular, ya que el Parque Carlos Antonio López, ubicado en Sajonia, fue un cementerio que tuvo que trasladarse y hasta hoy se siguen encontrando restos que quedaron expuestos.
“Hay una casa muy linda sobre el río que está abandonada. Sajonia era una zona de mucho rancherío y hoy sigue siendo una zona residencial con muchos chalets”.
Finalmente, mencionó que en el Centro de la capital hay más residencias en estas condiciones porque una serie de circunstancias las llevaron a ese estado, como las económicas o porque surgieron lugares más atractivos como Villa Morra o Lambaré y las personas se mudaron a esas zonas.
Foto de la casa embrujada: Por Michael Kovich
