La joven Soledad Sakai se sintió atraída por el mundo de capturar imágenes desde
muy pequeña, ya que la fotografía siempre estuvo presente en sus momentos
familiares. Luego de tomar cursos, optó por enfocar su carrera profesional en las
bodas, donde busca captar la espontaneidad de las parejas.
El amor por la fotografía siempre estuvo arraigado en la profesional, de ascendencia
japonesa. De hecho, la joven vivió su infancia en dicho país del continente asiático,
donde la actividad de capturar imágenes era muy común entre sus familiares.
“Mis primeros 10 años crecí en Japón, ya que mi mamá es descendiente japonesa.
De criatura ya tenía una cámara fotográfica. Mis padres en todo momento nos
hacían fotos. Desde chica, ya tenía ese amor por las fotos. Si bien durante el colegio
ya quise tomar cursos, no pude hacerlo. En el 2014, terminé la carrera de análisis
de sistemas y ahí empecé a estudiar fotografía”, comentó Soledad Sakai.
El rubro finalmente conquistó a la joven, quien optó por hacer a un lado su carrera
como analista de sistemas y dedicarse profesionalmente a la fotografía. En la
búsqueda de cuál era su rama preferida, Soledad capturó imágenes en cumpleaños
y otros eventos hasta que descubrió su pasión por las “fotos en las bodas”.
“Soy una persona muy inquieta. Me gusta viajar y cambiar de ambiente
continuamente. Para mí la fotografía fue perfecta para descubrir que esa es mi
pasión y lo que quiero hacer toda la vida”, expresó.
Tras realizar diversos cursos y asistir a congresos internacionales, la joven se
especializó en la realización de fotografías de boda, donde busca conectar con las
parejas y capturar la espontaneidad de los momentos en las bodas.
“Tengo más conexión con las parejas. Me gusta conocerlas y que ellos me cuenten
su historia. Siempre quiero tener ese contacto humano con mis clientes.A la hora de
tomar las fotos, busco que en las imágenes se vea algo más natural, fresco y
espontáneo”, señaló.
“ME DIVERSIFIQUÉ PARA ENFRENTAR LA PANDEMIA”
A raíz de la crisis sanitaria que desató la pandemia, los eventos fueron restringidos
durante varios meses en el 2020. En este sentido, la joven recordó que para enfrentar esta dura etapa, se vio obligada a diversificarse y ofrecer a sus clientes
otras alternativas.
“Empecé a hacer otros tipos de fotos como las que requieren los profesionales de
diversas áreas. También hice fotolibros. Ofrecí otro tipo de servicios en ese tiempo
para sobrellevar la pandemia”, manifestó.
SUEÑOS
El rubro de la fotografía otorgó grandes satisfacciones a la joven, que gracias a su
pasión por capturar imágenes conoció gente nueva y tuvo la oportunidad de
acompañar a una banda durante su gira por Europa.
De esta forma, Soledad aseguró que aún tiene sueños y metas por cumplir con la
fotografía como, por ejemplo, realizar cursos en España o cubrir eventos en el
exterior del país.
“Tengo varias metas. Quiero ir creciendo como profesional y formar un equipo de
trabajo. Quisiera hacer cursos en España y cubrir más eventos en el exterior”,
finalizó.
