Además de posicionarse como un pilar fundamental en el soporte de los hogares paraguayos, las mujeres han sostenido a lo largo de la historia la lucha social en nuestro país.
Teodolina Villalba, Secretaría General de la Federación Nacional Campesina, recordó el aporte fundamental de las mujeres en la lucha por un pedazo de tierra, la elaboración de políticas productivas y la salud en el territorio nacional.
“Las mujeres siempre se involucraron en las marchas campesinas como protagonistas. Como resultado de un debate, se instauró en nuestra organización la participación femenina en la política. Las líderes nos organizamos y tomamos confianza para denunciar la violencia familiar y el machismo a fin de liberarnos de este sistema que nos oprime”, detalló.
La Secretaría General de la FNC lamentó que el Día Internacional de la Mujer no sea motivo de celebración debido a la violencia, la discriminación y las escasas oportunidades que tienen sus pares para acceder a la educación.
“Las mujeres son las que menos estudian siempre y las que menos posibilidades tienen de hacerlo. Muchas mujeres en nuestro país pasan discriminación y violencia e, incluso, son asesinadas. Por este motivo, consideramos que no tenemos que esperar que otros nos den los espacios, sino que tenemos que ganarlos”, expresó.
UN FUTURO SIN PELIGRO PARA LAS NIÑAS
La activista social Mirta “Michi” Moragas integra el Consultorio Jurídico Feminista, un espacio en el que abogadas, trabajadoras sociales y psicólogas buscan brindar orientación jurídica y asistencia interdisciplinaria para las mujeres.
Moragas detalló que aunque se registra un leve avance en cuanto al reconocimiento y la visibilidad de la necesidad de garantizar los derechos de las mujeres, aún queda mucho por transitar en el ámbito educativo.
“Debemos trabajar en la educación. Cuando se habla de violencia siempre empiezan a salir las leyes de castigo, de medidas de protección, pero la violencia va a parar cuando cambie la educación y ahí es donde no se está insistiendo. No se puede hablar de género en la educación o, por otra parte, la educación de la sexualidad que tiene que ver con prevenir violencia de género, por ejemplo”, recalcó.
En el contexto de la conmemoración del 8M, la activista señaló que su anhelo principal es que las niñas puedan crecer sin las cadenas de los miedos que persiguieron por generaciones a las mujeres. “Quiero que las pequeñas vivan en un mundo donde ellas puedan ser libres, soñar y ser lo que ellas quieran ser, lejos de las limitaciones que nos imponían por ser mujeres y que puedan salir a la calle, sin ningún riesgo. Este será un trabajo largo”, explicó.
RESISTIR PARA REIVINDICAR
Kimberly Ayala, la primera abogada trans del Paraguay, recordó que las derechos de la mujer solo existen en papeles, pero no se concretan en la realidad, pues las mujeres deben luchar diariamente contra diversas formas de violencia.
“La igualdad salarial no está instalada todavía en Paraguay. Los hombres siguen cobrando más que las mujeres. Entonces, esa es una realidad que tiene que cambiar. Lo que queremos es igualdad y equidad entre el hombre y la mujer”, refirió.
Asimismo, la profesional agregó que “la sociedad no está preparada para asumir los nuevos retos que tenemos a nivel mundial. La inclusión de la población trans al grupo feminista es una transición que se tiene que dar. En Paraguay, lo venimos haciendo paulatinamente. Venimos teniendo una recepción buena por parte de la población feminista, aunque siempre existen grupos disidentes. Nosotros luchamos con nuestros cuerpos femeninos, nuestro género es femenino. Abandonamos los privilegios de nuestro género biológico para adoptar un género con el cual nos sentimos identificadas”.
Finalmente, Ayala exhortó a sus pares a resistir y reivindicar los “derechos que nos
corresponden incansablemente”.
