Aunque no existen datos precisos respecto al porcentaje de mujeres que no pueden acceder a productos e instalaciones adecuadas para cuidar su salud menstrual, debido a las limitantes económicas, desde Unicef estiman que a nivel internacional dos de cada cinco niñas en edad de menstruar en el mundo pierden un promedio de cinco días escolares al mes por no tener las instalaciones necesarias para asistir a las escuelas durante su menstruación.
Esta misma realidad se replica entre las jóvenes y adultas que, a raíz de las barreras para acceder a una higiene menstrual de calidad, el “periodo” genera absentismo laboral.
La semana pasada, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que establece la provisión gratuita de elementos para la gestión menstrual en instituciones educativas públicas, cárceles de mujeres y en refugios para personas en situación de calle. Tras su aprobación en la Cámara Baja, la iniciativa pasó al Senado.
Para la aplicación de la ley, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social dispondrá de fondos que le sean asignados anualmente del Presupuesto General de la Nación, que serán incluidos en un rubro presupuestario especial.
La emprendedora social en Articuladas y MandyjuPoty y activista feminista, Tite Vera Fernández, aclaró que no está afiliada a ningún partido político, pero considera que esta ley no solo facilitará el acceso a productos de higiene menstrual, sino que contribuirá al proceso de “normalizar” y poner en agenda una cuestión completamente habitual para las mujeres.
“En Paraguay, lo que más se conoce son las toallitas higiénicas desechables, pero existe falta de acceso a estos productos. Además, muchas mujeres todavía tienen vergüenza de decir que están menstruando. Sin embargo, por qué va a dar vergüenza algo tan natural como respirar, dormir o comer. Tenemos que normalizar esta situación y hablar de esto”, expresó.
Así, Vera Fernández agregó que “la ley, en parte, va a solucionar que las mujeres puedan acceder a estos productos de higiene menstrual, que serán distribuidos en hospitales públicos, escuelas y otros espacios a fin de que puedan tener esa herramienta para desenvolverse con normalidad durante esos días”.
Pese a que la ley facilitará la lucha por la higiene menstrual de las mujeres paraguayas, la activista recordó que la población debe permanecer atenta a las licitaciones para la compra de estos insumos, si la iniciativa queda finalmente promulgada.
“Debemos estar atentos a en manos de quién van a caer las licitaciones. Estos procesos deben ganarlos las empresas que están al día, y que no tienen conexiones políticas turbias. También, se debe observar la calidad de los insumos que se van a proveer. Tienen que ser productos buenos, que no terminen perjudicando la flora vaginal de las mujeres o generando alergias, complicaciones y otro tipo de irritaciones”, recalcó.
CAMPAÑA SOLIDARIA
En el contexto de la ley, Vera Fernández conoció a través de las redes sociales las dificultades que enfrentan los estudiantes de la escuela pública Chaco Paraguayo, ubicada en el barrio Santo Domingo de Asunción.
A raíz de las limitaciones económicas, los alumnos de dicho centro educativo ni siquiera pueden acceder a productos básicos de higiene personal como, por ejemplo, desodorante.
Por este motivo, la activista ideó una campaña solidaria para recolectar diversos productos de higiene personal que serán destinados para los estudiantes de Chaco Paraguayo.
Los interesados en aportar al proyecto pueden acercar toallitas higiénicas desechables o de tela, toallitas de mano o húmedas, desodorantes, pasta dental, champú, peines o cepillos de dientes al local de Fixo Cargo del barrio Jara o La Semilla Mercado Familiar del barrio San Pablo.
