El que fuera presidente francés Nicolás Sarkozy maniobró para que el Mundial de 2022 fuera atribuido a Catar, a cambio de inversiones del emirato del Golfo en Francia, según una investigación publicada por la televisión y la radio públicas.
Sarkozy utilizó al entonces presidente de la UEFA Michel Platini para cambiar el sentido de un voto que parecía prometido a Estados Unidos. A cambio, Francia pudo obtener varios beneficios, como la compra del París Saint-Germain por un fondo soberano del emirato, o que el canal catarí de televisión deportiva BeIn Sports, creado poco después, multiplicara los derechos de retransmisión del fútbol francés.
Pero el reportaje publicado este jueves se pregunta si aquella maniobra de Sarkozy pudo facilitar la venta de material militar a Catar, en concreto de aviones de combate Rafale. La justicia francesa investiga desde 2016 esos hechos y el reportaje saca a la luz muchos de los testimonios recolectados por los magistrados, que ponen en evidencia las maniobras del entonces presidente para que Catar lograra el Mundial.
En el centro de todas las interrogaciones una comida que tuvo lugar en el Elíseo el 23 de noviembre de 2010, nueve días antes de que Catar fuera designado como sede del Mundial de 2022. En la mesa se sentaron Sarkozy, Platini, el entonces príncipe heredero y actual emir, Tamin Ben Hamad Al Thani, y el primer ministro del emirato y responsable de Exteriores, Hamad Ben Jassem Al Thani.
Los investigadores franceses consideran que aquella comida “constituye un cambio decisivo en la atribución del Mundial a Catar”. Platini, muy influyente entonces en el fútbol internacional, decidió apoyar al emirato y no a Estados Unidos y arrastró a varios miembros, lo que favoreció que Catar se impusiera por 14 votos a ocho. El propio Sepp Blatter, que entonces dirigía la FIFA y que apostaba por dar el Mundial de 2022 a Estados Unidos, reveló hace unos años que Platini le llamó al término de esa comida para comunicarle su cambio de actitud.
El legendario capitán de la selección francesa, que nunca ha negado su participación en el almuerzo, sostiene que no fue ahí donde decidió cambiar el sentido de su voto, que tiempo antes había cambiado de idea para que el mundo árabe tuviera al fin un Mundial.
Platini considera que quizá Sarkozy se lo vendió así a los cataríes para lograr contrapartidas para Francia. Eso es, precisamente, lo que está estudiando la Fiscalía francesa, que no ha podido consultar las notas oficiales preparatorias del almuerzo en el Elíseo al estar consideradas como secretas. EFE