Este tipo de violencia sexual y/o física empieza pronto y es ya frecuente en los grupos de edad más jóvenes, pues los datos indican que el 24 % de las mujeres entre 15 y 19 años la ha padecido, al menos, una vez.
El estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que publicó The Lancet contiene datos de 2000 a 2018, por tanto, no hay cifras sobre la incidencia durante la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, “las investigaciones han demostrado que la pandemia exacerbó los problemas que conducen a la violencia de pareja, como el aislamiento, la depresión y la ansiedad y el consumo de alcohol, además de reducir el acceso a los servicios de apoyo”, dijo Claudia García, de la OMS, autora principal del informe.
La investigación indica que el 27% de las mujeres de entre 15 y 49 años ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de su pareja masculina a lo largo de su vida, según estimaciones de la OMS basadas en las repuestas de dos millones de mujeres procedentes de 161 países.
En los últimos doce meses en que se desarrolló el estudio (2018) una de cada siete mujeres (13%) padeció la violencia ejercida por sus parejas.
El documento llama la atención sobre los altos niveles de violencia hacia las más jóvenes, que Lymarie Sardinha, otras de las autoras, califica de “alarmante”, ya que la adolescencia y el inicio de la edad adulta «son etapas importantes de la vida en las que se construyen los cimientos de unas relaciones sanas”.
Por regiones, la estimaciones indican que África contaba con la mayor cantidad de mujeres víctimas de violencia a lo largo de su vida (33%), seguida de Oceanía (30 %), Asia (27%), América (25%) y Europa (20%).
«Estos resultados confirman que la violencia contra las mujeres por parte de las parejas masculinas sigue siendo un reto de salud pública mundial”, destacó García, quien advirtió de que los gobiernos no están en condiciones de erradicarla para 2030, como marcan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Las autoras piden, además, que “se invierta urgentemente en intervenciones multisectoriales eficaces y que se refuerce la respuesta de la salud pública” para hacer frente a este problema después de la pandemia.