Perder el control de la propia imagen es perder el control de la propia vida. Los trastornos alimentarios son un problema que afecta cada vez a más personas en el mundo y los especialistas explican que hay que estar pendientes de las señales que nos brinde el cuerpo.
Para algunos, la dieta, los atracones y la purgación pueden comenzar como una forma de lidiar con las emociones dolorosas, pero al final dañan la salud física, emocional, la autoestima, la sensación de competitividad y control de la persona.
La médico psiquiatra Claudia Analía Parodi, comentó que dichos trastornos tienen que ver con la imagen corporal, problemas con la forma en que percibimos nuestro cuerpo respecto a sus tamaños y proporciones.
“En cuanto a números estadísticos, la bulimia es uno de los más comunes, se caracteriza por la presencia de atracones, episodios en los cuales uno come en un periodo corto de tiempo mayor cantidad de comida de la que un adulto puede llegar a ingerir, y eso se acompaña con una sensación de pérdida de control importante”, aseguró la especialista.
Agregó que las purgas son conductas dirigidas a evitar el aumento de peso después de los atracones, muchos usan laxantes y diuréticos.
Asimismo, mencionó a la anorexia, que sigue un patrón contrario, se trata de la restricción, de evitar comer.
“Los trastornos alimentarios se acompañan de una distorsión de la imagen corporal importante, la persona tiende a verse más gordo o más grande de lo que realmente es y temen a ganar peso aunque este muy delgado”, aseguró la doctora Parodi.
LA PANDEMIA
La crisis desatada por el Covid-19 está teniendo un impacto profundo y negativo en nueve de cada diez personas con experiencia en trastornos alimentarios, según revela un nuevo estudio de la Universidad de Northumbria, en Reino Unido, que publicó el Journal of Eating Disorders.
Los hallazgos indican impactos perjudiciales en el bienestar psicológico, incluida la disminución de los sentimientos de control, el aumento de los sentimientos de aislamiento social, el aumento de la rumiación sobre los trastornos alimentarios y la escasa sensación de apoyo social.
TRATAMIENTO
Para ayudar a las personas con trastornos alimentarios se crea un equipo multidisciplinario compuesto por un terapeuta, un psicólogo, un nutricionista, un médico clínico para evaluar el estado de salud del paciente debido a que por la alimentación pobre se genera un montón de desequilibrios en el cuerpo, y un médico psiquiatra.
En algunos casos se usan medicamentos ya que suele haber síntomas de ansiedad. Las personas están muy depresivas y tratan de salir del trastorno, pero no pueden solos.
FIGURAS PÚBLICAS
Los influencers son personas que tienen presencia y credibilidad en redes sociales. Un influencer es una voz, un líder de opinión, y deben tener cuidado con el contenido que proyectan, pues del otro lado de la pantalla pueden existir personas en estado de vulnerabilidad.
“Si yo no tengo un problema con mi imagen corporal y lo que leo en las redes es algo muy extremo en cuanto a alimentación, yo voy a decir “es una locura”, pero para quienes tienen un terreno fértil para construir un trastorno alimentario es importante toda esa influencia, no solo de las redes sociales, sino de la familia, los discursos que escuchan”.
Señaló que uno no sabe quién está del otro lado, si una persona está empezando a distorsionar la imagen, puede hacer que el trastorno se termine de configurar.
“Simplemente nos encontramos y te digo “estas más gordita” y esto puede ser el desencadenante de que empieces a hacer una dieta restricta de la cual no puedas salir y necesites ayuda. Hay que cuidar el lenguaje cotidiano y cambiar el foco de cómo se ve el cuerpo y cómo funciona para que podamos vivir una vida plena y centrada en los valores”, concluyó la especialista.