Dedicado al levantamiento de pesas desde los 9 años, Julio Mayora, quien conquistó para Venezuela la medalla de oro en la categoría 73 kilos en los Juegos Suramericanos de Asunción 2022, construye paso a paso su camino hacia los Olímpicos de París, donde aspira a repetir su hazaña de Tokio y estar entre los tres primeros del mundo.
Con 140 kilos en arranque, 171 kilos en envión, para un total de 311 kilos, el subcampeón de los Olímpicos de 2020 se subió a lo alto del podio en sus segundos Juegos Suramericanos. El resultado, confesó en una entrevista con Efe, lo recibe «muy emocionado» y como una motivación «para seguir adelante, para tener un ciclo perfecto» hacia las olimpiadas.
Sin haber abandonado la capital paraguaya, este joven ya tiene en mente nuevas competencias: el Campeonato Mundial de Halterofilia de diciembre próximo en Bogotá, así como los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, ambos en 2023. «Tengo la fe y la paciencia de que puedo estar entre los tres primeros del mundo, es mi meta», declaró Mayora, quien a sus 26 años confiesa que le gusta llenar de alegría a su país.
DE FÚTBOL SALA A LAS PESAS
Aunque ya lleva 16 años en la halterofilia, Mayora recuerda que sus primeros pasos en el deporte los dio en el fútbol sala. Fue el buen ojo de Oswaldo Tovar, su entrenador y en palabras de este joven deportista «segundo padre», que dio un vuelco a su vida.
«Estaba practicando fútbol sala, luego me decía que yo tenía la capacidad, tenía el biotipo, para el levantamiento de pesas y bueno, gracias a él, tengo los resultados, tenemos los resultados», rememoró de esa época en su natal La Guaira, el estado venezolano bañado por el mar Caribe y famoso por albergar el aeropuerto Simón Bolívar, que sirve a Caracas.
Es hoy el orgulloso papá de Juliannys Mayora, de tres años, y junto a su pareja aguarda la llegada de un nuevo integrante de la familia.
Su pasión, el levantamiento de pesas, también despertó el interés de uno de sus cinco hermanos, pero, según Mayora, «solamente duró un mes y medio». «Es mucho trabajo, mucho esfuerzo, mucha dedicación y mucha disciplina», reconoce sobre este deporte, para el que considera se requiere tener «corazón y voluntad». EFE
