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Internet: Del amor al control

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Dicen que no hay salud mental sin relaciones sanas, y en este contexto de encierro donde los encuentros se dan menos que antes y los jóvenes y adolescentes están más conectados con sus redes sociales, surge el debate de un tema fundamental: la ciberviolencia en la pareja.

El grupo de jóvenes Somos Pytyvõhára, mediante su servicio sobre educación integral de la sexualidad, “EIS Para a Para”, recibió muchas consultas sobre cómo lidiar con estos comportamientos repetidos que suelen controlar y causar un daño al otro miembro de la pareja, a través de las plataformas online.

Cinthia Escurra, integrante del grupo, señaló que entre los signos de alarma se puede citar la vigilancia continua a la pareja, el hostigamiento, acoso o incluso obligar al uso de GPS para manejar con precisión los movimientos del día a día.

Y la lista de alerta sigue e incluye, por ejemplo, la revelación de contraseñas, revisar contactos y obligar a la eliminación de alguno, enojarse al no tener una respuesta inmediata si está en línea y hacer un perfil falso para contactar.

Agregó que los usuarios les comentaban que existían ciertos controles en los noviazgos y había incomodidades, por ello decidieron instalar el tema en las redes sociales y visibilizar el asunto, sobre todo en el contexto actual.

“Se acentúan más los controles, muchos miembros de la pareja están siempre pendientes de lo que le pasa a la otra persona, con quién se comunica, es una cuestión desconfianza en la pareja”, afirmó Escurra.

Enfatizó en la importancia de que tanto adolescentes como jóvenes puedan tener la capacidad de reconocer esas señales para detenerlas a tiempo, antes de que derive en una cuestión de violencia.

“Los celos, la manipulación y el chantaje se van acentuando y cuando uno no se percata de cómo va esa línea de relacionamiento, se ven cosas más complejas y se dificulta el poder salir de esa relación de violencia”, aseguró.

Señaló que si bien nadie está exento de vivir estas situaciones, por lo general, las mujeres son más vulnerables al daño de la violencia digital. Además, la vergüenza y la carga social no les permiten compartir cuando están sufriendo de estas situaciones.

Escurra dijo que es una cuestión de género en donde la cultura misma da al varón cierto poder en el ejercicio de relacionamiento de la pareja, y se establece que la mujer debe ser protegida, atendida, mientras que ellos deben tomar la iniciativa. Todo eso hace que estas formas de relacionamiento “se vean justificadas”.

Por su parte, la fiscal Irma Llano, de la Unidad Especializada de Delitos Informáticos,  aseguró que hay varios enfoques, publicaciones de fotografías íntimas de la pareja o acceso indebido de ingreso a la cuenta personal con las credenciales del otro. “Existe una tendencia en las redes sociales de una apología del odio, donde existen conductas y acciones radicales, eso también se destaca en el ámbito familiar”.

Manifestó que el Código Penal Paraguayo contempla como hecho punible la lesión del derecho a la comunicación y a la imagen en su artículo 144, donde se lo estipula como delito ordinario. Los fiscales de delitos informáticos intervienen cuando se reporta un acceso indebido, por ejemplo, la pareja o ex pareja tiene la contraseña del correo o alguna red social, ingresa y empieza a compartir fotos y videos de la otra persona.

La fiscal mencionó que fueron varios los casos de esta naturaleza que fueron denunciados en lo que va del año, en vista de  que son considerados una forma de violencia con una connotación sentimental de trasfondo.

“Tenemos que empezar por respetarnos nosotros mismos y respetar la privacidad. Uno no puede ser coartado a entregar las contraseñas del celular, redes sociales o correo electrónico, toda persona tiene que hacerse respetar, en una relación debe existir la confianza”.

Otro fenómeno muy recurrente es el sexting, es decir, enviar fotos o videos de desnudos mediante mensajes, un hecho que luego suele conducir a la sextorción, cuando una de las partes obliga  a la otra a pagar una determinada suma de dinero para evitar que sus imágenes sean divulgadas en las redes sociales  “Debemos cuidar la intimidad y tomar las medidas de seguridad”, acentuó la fiscal.

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Todos estos comportamientos pueden derivar en una situación aún peor, de enero a septiembre en el Servicio de Atención a la Mujer (Sedamur) fueron atendidas 1.633 mujeres. De las 13.177 llamadas que recibió SOS Mujer “137”, unas 5.258 fueron denuncias de violencia, en la mayoría de los casos es por alguien muy cercano a ellas.

Estas situaciones deben ser atendidas y controladas, ya que pueden derivar en feminicidios, en lo que va del año ya se han registrado 29 crímenes contra mujeres en el país.

Las víctimas de violencia pueden recurrir al Servicio de Atención a la Mujer (SEDAMUR): (021) 452 060 / atencion@mujer.gov.py; al Centro Ciudad Mujer: (021) 412 4000, a los Centros Regionales de la Mujer (CRM) de Ciudad del Este, Curuguaty, Filadelfia y Pedro Juan Caballero; a las Comisarías, Juzgados de Paz, Fiscalías Barriales, al Ministerio de la Defensa Pública y a la Unidad Especializada de Atención a Víctimas de Violencia Familiar del Ministerio Público. Llamadas las 24 horas al 137, o al 911.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.