El panorama sanitario del país se oscurece ante el gran incremento del número de fallecidos e internados por Covid-19. Lejos de impactar de forma “leve” en la población, la variante Ómicron arrasó, pues el número de infectados se estaría duplicando cada dos días y las salas de los hospitales empiezan a saturarse.
El doctor Roque Silva, director de la XI Región Sanitaria, detalló que en Central se registra actualmente un aumento en el porcentaje de ocupación de camas en la Unidad de Terapia Intensiva, que actualmente trepó al 80%. Por otra parte, las salas comunes aún tendrían un 50% de disponibilidad para albergar a nuevos pacientes.
“No es desconocido que en Central tenemos unas 170 camas disponibles en terapia intensiva para adultos y, actualmente, tenemos ocupadas unas 120. Seguimos teniendo un pequeño resto”, explicó.
Asimismo, el doctor detalló que el 70% de los casos de Covid-19 reportados en Central corresponden a mayores de entre 18 y 49 años. “Nos preocupa de sobremanera nuestro porcentaje de vacunados en esa franja etaria”, refirió.
ESCASA INMUNIZACIÓN
Silva comentó que, actualmente, las salas de internados están compuestas en un 70% por personas no vacunadas o con dosis incompletas.
“Hay que entender que quienes iniciaron un esquema y no lo terminaron también constituyen no vacunados, porque al pasar el tiempo de recibir esa dosis también la disminuyen los efectos de la vacuna. Insistimos de sobremanera en que la gente complete el esquema”, sostuvo.
DESBORDE DE LA PANDEMIA SE REFLEJA EN CENTROS DE REFERENCIA
El aumento exponencial en el número de nuevos positivos e internados por Covid-19 también se hizo sentir en el Hospital Nacional de Itauguá, centro de referencia en la lucha contra la infección.
La doctora Yolanda González, directora de dicho nosocomio, mencionó que durante la semana alcanzaron a atender entre 300 a 350 consultas diarias por cuadros respiratorios.
“Nosotros ahora mismo tenemos un 90% de nuestras camas ocupadas entre la internación y la terapia. La gente dijo que Ómicron es menos peligroso. Sin embargo, la cantidad de internados ya nos está superando, igual que en la ola anterior. Hoy, hablamos de unos 169 pacientes internados, de los cuales 61 están en terapia intensiva”, manifestó. El 80% de los ocupantes de estas salas no estaría vacunado o no habría completado su esquema de inmunización.
Por otra parte, el personal de salud también empezó a caer a consecuencia del virus. González expresó que hasta el pasado miércoles unos 450 funcionarios del hospital se vieron obligados a aislarse, tras dar positivo a la enfermedad. Por este motivo, en algunos casos, los trabajadores “doblaron turnos”.
En medio de esta saturación, ya se iniciaron los disturbios en las afueras de los hospitales. Familiares de pacientes internados en el IPS Ingavi denunciaron que recibieron tratos “inhumanos”, mientras deseaban conocer únicamente por el estado de sus familiares o acompañarlos.
IMPROVISACIÓN Y FALTA DE LIDERAZGO
La improvisación y la ausencia de política de comunicación efectiva constituyen las principales críticas que se deben hacer al Gobierno, durante los últimos dos años de gestión de la pandemia, resaltó la senadora Esperanza Martínez (Frente Guasú).
“Nosotros no tuvimos la inteligencia sanitaria de tener un gran plan de contención y seguimiento de la pandemia. Eso hizo que llegáramos tarde a la provisión de vacunas y no hayamos tenido ni una sola campaña de información y concienciación ciudadana sobre la inmunización. Estamos llegando casi a dos años de la pandemia y no hemos tenido un liderazgo claro con los ‘influencers’ de la sociedad. Estamos llegando casi al 37% del PIB como deuda pública, pero cuánto de esto sirvió para construir hospitales o mejorar la infraestructura. En resumen, las principales falencias fueron la improvisación y la ausencia de una política de comunicación efectiva”, concluyó.