Actualmente la situación socioeconómica de la población paraguaya es crítica, con una nueva suba en el precio del combustible, generando el aumento de costos de productos de la canasta básica familiar.
“Con el salario mínimo apenas alcanza para sobrevivir, ni siquiera para vivir, y a su vez la inflación hace que se pierda la capacidad de compra y baje la calidad de vida. Hay menos poder adquisitivo para comprar lo mismo que antes se compraba e incluso te va a sobrar menos”, sentenció el economista e investigador, Virgilio Noel Benítez.
El informe mensual de Inflación reveló que el 59% de los productos de la canasta básica sufrieron un incremento en sus precios, los aceites se ubican con el mayor aumento, con un 10,7%. El café se encuentra como el segundo producto con mayor subida, con 6,5% y en tercer lugar vegetales en conserva con 4,8%; esto mientras que se prevé la suba de G. 12.000 para el pan por kilo, mientras que el coquito podría llegar a los G. 14.000 por kilo.
Por otra parte, una encuesta elaborada con los lectores de El Independiente, lanzó que, desde el aumento de precios, un 78% gasta más de G. 1.000.000 mensualmente en las compras de productos básicos, frente a un 15,6% que gasta G. 800.000 y 6,4% que gasta G. 500.000.
En ese sentido, el economista desató que la inflación puntualmente afecta a sectores más vulnerables, mientras quienes tienen mucho dinero seguirán comprando lo mismo aunque gasten más y probablemente no lo lleguen a sentir en gran medida. Por su parte, aquellos que se encuentran en un trabajo informal y ganan menos están siendo empujados al rango de la pobreza, a decir del experto.
“Se vislumbra un aumento de la pobreza y la inflación va a terminar incrementando esta vulnerabilidad. Los estudios aún no pueden decir la cantidad, pero es indudable que el constante aumento de precios tenga un impacto determinante en la pobreza”, puntualizó el economista.
PRINCIPALES GOLPES
En los próximos meses no existirá una mejoría en el tema inflacionario, por lo cual durante lo que resta del año el economista analiza que se verá un mantenimiento de la coyuntura económica actual del país.
En cuanto al sector del ocio, tampoco se puede negar algún tipo de impacto pues la elevada inflación impacta en el propio bolsillo de los jóvenes que tratan de distenderse en bares, discotecas, etc. En ese sentido, el economista realiza un desglose: por una parte están aquellos que reciben dinero de su padres, por lo cual tendrían un gasto sostenido.
Mientras que las personas independientes y con trabajos formalizados se encontrarán más afectados, disminuyendo así su ocio para gastar en cosas más importantes. Señaló que estos individuos se verán en la obligación de comprar productos de mayor necesidad, como los artículos de canasta básica.
“Así también, los locales nocturnos van a verse afectados porque de hecho es el rubro que menos avance tuvo en pospandemia. En el sentido de afrontar la pobreza, hay factores que pueden contribuir; a corto plazo, se deben estabilizar los precios, mientras que a largo plazo se debe invertir en el desarrollo del capital humano: que la educación ya no sea un sonajero sin contenido, por ejemplo”, subrayó.