Un factor clave de los actuales incendios es la deforestación. Avanza mediante el atropello impune de comunidades indígenas, víctimas directas de las políticas de usurpación de tierras y deforestación masiva de bosques nativos para establecimientos ganaderos y monocultivos. Las instituciones del Estado apoyan estas políticas con su inacción, y las consecuencias las pagamos todas y todos.
Ejemplo: la comunidad Loma, del Pueblo Guaraní Ñandeva, que en marzo presentó sus reclamos a la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna) del Congreso. La comunidad Loma pide desde hace más de 30 años al Estado proteger sus tierras de la deforestación, sin resultado.
En Boquerón, Chaco, están las 10.079 ha de tierras fiscales de dominio ancestral de la comunidad Loma, del Pueblo Guaraní Ñandeva, reconocidas en 1984 por Resolución P. 640/84 del IBR que las declara Colonia Nacional Indígena. Hoy, a más de 30 años, el ex IBR, actual Indert, sigue sin titularlas a favor de la comunidad.
En 2010, con violencia y amedrentamiento, los empresarios y propietarios de estancias Miguel Ángel Genaro Muñoz Armas, Kurt Raimund Friesen Schroder y Oskar Hein Ratzlaff invadieron esas tierras. Los Ñandeva de la comunidad Loma se tuvieron que refugiar en la zona de Laguna Negra.
En 2011 el Indert, vía Resoluciones 2413/11, 2414/11 y 2415/11, intimó a los invasores a “deponer la intención posesoria por constituir patrimonio indiscutible de la Comunidad Indígena Loma”. En 2013 la comunidad denunció al Ministerio Público, Regional Filadelfia, fiscal Oscar Talavera, causa 103/13 Invasión de Inmueble Ajeno.
No hubo resultados
En noviembre de 2018 la comunidad decidió volver y proteger sus tierras. Hoy resisten atropellos de Miguel Ángel Genaro Muñoz Armas, Kurt Raimund Friesen Schroder y Oskar Hein Ratzlaff.
La pandemia no detuvo la tala de bosques. En mayo, la comunidad denunció la deforestación de sus tierras y la criminalización de su lucha por protegerlas. Los Ñandeva fueron procesados por el fiscal Andrés Arriola, que amenazó con imputarlos, declaró a la prensa la representante de la comunidad, abogada Emilia Cano.
Los tres ganaderos no cuentan con ningún título de propiedad sobre esas tierras, e incluso dos fueron multados por el Infona por deforestar 3.307 hectáreas de bosques nativos. A pesar de todo, el Mades les otorgó licencias ambientales. Ya han deforestado ilegalmente la mitad de las tierras de la comunidad Loma.
Las autoridades son cómplices de la deforestación ilegal y todas y todos lo pagamos con nuestra salud, nuestro futuro y nuestras vidas.
