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Ilustrar para ser libres

Ilustrar es casi un arcaísmo, una palabra antigua y en desuso, pero vital. Tiene que ver con enseñar, hacer mejores, más cultos, sabios, inteligentes, “iluminados”. Dejar de ser “a-lumnos” (los sin luz) para hacernos ciudadanos.

Para qué ilustrar a las personas? Para que puedan tener principios éticos, estéticos, filosóficos, discernir, crear una mayoría CULTA, cultivada. Y sobre esta mayoría “ilustrada” cimentar las bases para que esas mayorías “empoderadas” en sus dones y talentos naturales, formen una sociedad AUTÓNOMA, LIBRE y DEMÓCRATA.

La democracia no es “lo que quiere la mayoría” pues la mayoría puede ser manejada… Como ejemplo, supongamos a un joven que vive en una zona rural, que camina horas todos los días para ir a estudiar. Que luego trabaja y ayuda al sustento de su familia, que cultiva el hábito de leer, cuida de su mente, su cuerpo, sus emociones, logra muy bien educarse. Cuida de su vida y es una persona querida.

Acaso su voto ha de valer igual que el de un delincuente recurrente y peligroso? Y si fuesen dos delincuentes? Y si fuese una banda de delincuentes? Su opinión ha de pesar lo mismo por ser numéricamente inferior?

La democracia parte de una premisa básica: un grupo de personas mayoritariamente educada, gente libre de manipulaciones, libre de malos hábitos, gente culta, ilustrada.

De hecho, el “inventor” de la democracia Aristóteles, dejo como herencia a su hijo un libro ETICA, o ETICA A NICOMANO, que demuestra que todo su “invento” se basa en la ETICA de las personas. Estética es la belleza de las formas y cosas externas. Ética es la belleza interna, del pensamiento, del alma.

Las mayorías sin ética, no son democracias ni pueden constituir una democracia aunque quisiesen. Pues son absolutamente manejables por minorías oligárquicas, políticas.

Querer disfrutar de una democracia actualmente es como querer hacer una rica y nutritiva comida teniendo como únicos elementos agua y sal. Les falta lo fundamental: Etica, Educación y Cultura.

Qué hacer? Volver a ilustrar, ilustrarnos, ilustrarlos. Ser ejemplos en nuestras familias y entornos más cercanos.

Leti Martínez Bogarín
Leti Martínez Bogarín
La magia de tu corazón | Mentora y escritora

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