El 2020 ha sido el año más complicado por el que atravesó el país y el mundo entero. El mes de marzo vino marcado con la detección del primer caso de coronavirus en el país, una situación que se mantuvo bajo control por unos meses pero que luego, con el tiempo, comenzó a desbordarse y mostrar sus alarmantes cifras.
En Paraguay la ciudadanía cumplió con una cuarentena estricta, quedó confinada a pesar de lo que ello representaba para su economía, mientras confiaban en los gobernantes de turno, que se postulaban como los mejores candidatos para contrarrestar la llegada de la pandemia.
Sin embargo, no fue así, la corrupción ganó cada vez más espacio en el sistema de salud, faltaban camas, insumos, trajes de bioseguridad para los profesionales de blanco y una lista interminable de cosas. Con la apertura de las restricciones y hartas de ver cómo se estaba manejando el tema sanitario, las personas comenzaron a descuidarse.
Hoy, a pocos días de terminarse el año, los casos de Covid crecen, las camas de terapia se ocupan en su totalidad, y está muy claro que las autoridades no prepararon el camino para evitar más muertes.
El Dr. Roque Silva, director de la Undécima Región Sanitaria, comentó que las camas de terapia intensiva en el sistema público en Central y Capital en un 100%, pero sí tienen camas disponibles en el sector privado que mediante un convenio derivan los pacientes para paliar la situación.
“La gente tiene que entender que si se relajan esas camas del sector privado pueden quedar completamente utilizadas y ahí el panorama será diferente”, señaló el especialista.
Agregó que están utilizando el sistema “camas calientes”, en la cual cuando fallecen pacientes internados en terapia intensiva, esos lugares automáticamente se ocupan por otros, prácticamente de una manera instantánea.
Señaló que en Central el promedio de fallecidos rondan el 50% de los casos que a diario se ven en las estadísticas del Ministerio de Salud, lo que es muy preocupante.
“Debemos adecuarnos al protocolo sanitario, utilizar los tapabocas, lavarnos las manos y mantener el distanciamiento social. Este es un tiempo muy complicado, para mí estamos en la parte más crítica de la pandemia, con una alta ocupación de camas y un número que va en ascenso y si estos números siguen el sistema puede llegar a colapsar”, aseguró.
Adelantó que están por habilitar 24 camas más y 80 camas para pacientes comunes. “Lo fundamental es entender que se acercan las fiestas de fin de año, hay que controlar los eventos sociales. El Covid-19 se llevó más de 1.800 vidas, esas 1.800 personas tuvieron camas, pero igual el virus les venció”, acotó el médico.
El Dr. José Fusillo, neumólogo del Ineram, manifestó que ya no dan abasto a la demanda en el centro. “Tenemos faltante de medicaciones que son relajantes musculares para mantener sedados a los pacientes y la necesidad es cada vez mayor. El hospital tocó un límite y ya no puede dar más que esto”.
Refirió que enviaron más de 20 pacientes al sector privado, pero que es importante que otras terapias también reciban a personas con Covid y que no se sobrecargue todo en el Ineram, porque no hay lugar para poner más camas ni personal para cubrir en caso de que llegaran más.
“Este es un diciembre con un importante números de casos, pero más me preocupa enero, pues se calcula un pico muy alto si es que no se toma conciencia y somos disciplinados ahora. Este es el peor momento de la pandemia y hay que pedirle a la gente que haga su vida normal, pero con mucha disciplina”, aseveró el neumólogo.
AL LÍMITE
Por otro lado, el Dr. Ricardo Oviedo, director del IPS Ingavi, en contacto con radio La Unión, mencionó que están al tope de respuesta en cuanto a disponibilidad de camas, las 20 unidades para cuidados intensivos están ocupados, de 8 camas para pacientes en etapa de evaluación, hay 3 ocupadas, la sala de reanimación que cuenta con 7 camas con respiradores, está al límite y en el área de pediatría, con 28 camas, 9 están ocupadas, no hay pacientes en cuidados intensivos pediátricos.
Sin embargo, en el área de clínica médica, de 98 camas 96 están ocupadas, y se prevé que en las próximas horas ya se llene también. También tienen problemas en la provisión de insumos y medicamentos, como diuréticos y estimulantes, y 135 miembros del personal de blanco, entre médicos, enfermeros, laboratorio y farmacia del IPS Ingavi, se vieron afectados por el coronavirus, ya sea por infección o por aislamiento preventivo.
En contacto con la misma emisora, la Dra. Yolanda González, directora del Hospital Nacional de Itauguá, dijo que de 52 de camas de terapia, 48 están ocupadas actualmente y lamentó las reuniones sociales de las últimas semanas sin ningún tipo de cuidados sanitarios.
Finalmente, detalló que a varios pacientes con cuadros graves en UTI se les debe aplicar heparina (un anticoagulante) ante la producción de coagulaciones intravasculares. “Varios de los que se recuperan de la UTI quedan con secuelas respiratorias. Incluso hasta quedan con secuelas mentales por el pánico de haber pasado por ese lugar”, precisó la doctora.
