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La lógica infantiloide de crear feriados para estimular el turismo

Cuando las empresas de capital privado planifican el siguiente año lo hacen considerando todas las variables que puedan influir directa o indirectamente en la toma de decisiones. De allí surge un cronograma y un camino crítico como parte del plan de negocios, incluyendo compras, toma de personal, itinerario de reuniones y un análisis regular de panoramas. Dicha planificación tiene en cuenta el calendario oficial, los días hábiles, los no laborables y los inevitables feriados-puente que problematizan cualquier contacto con la estructura estatal a la que están sujetos muchos pasos de cualquier empresa privada.

Esto deja claro que ninguna empresa seria improvisa nada o, al menos, limita lo más que puede cualquier decisión urgente basada en información incompleta o poco confiable. Eso se llama calculo de probabilidades y evaluación de escenarios de riesgo, situaciones que cualquier inversionista intenta evitar porque siempre desembocan en sobrecostos.

Al convertir de un día para el otro en feriado un día laborable, el Presidente de la República pateó el tablero de las previsibilidades. Un grupo de inversionistas que tenía previsto tomar un vuelo nocturno el 1 de mayo a la noche para iniciar su breefing en Asunción el 2 de mayo -día hábil de acuerdo al calendario- se encontró conque el día abruptamente pasó a ser feriado, sin movimiento y con sus anfitriones deshaciéndose en disculpas por la jornada perdida. Imaginen a los visitantes rehaciendo trabajosamente su calendario de la semana que se les atrasa 24 horas y que los obliga a reagendar su próximo business meeting. ¿Les sobrarán ganas de seguir en Asunción u optarán por cancelar todo y seguir viaje para no arriesgar el resto de sus compromisos? ¿Querrán volver algún día, dada la inestabilidad del clima de negocios por culpa de una decisión abrupta e imprevista del Gobierno?

A la abrumadora mayoría de los políticos en función de Estado les da lo mismo hoy que mañana. Son cultores devotos de un neologismo que ha hecho carne en el ambiente, procrastinación, que es el hábito de retrasar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes y agradables.

Para un empresario es pérdida pura. Inaceptable.

Para los políticos, una posibilidad más de comerse un asadito. Lo demás puede esperar.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.