El pastor Emilio Abreu del Centro Familiar de Adoración (CFA) comentó que siempre tuvieron presente que iban a volver de forma presencial, pero aún no saben cuándo, porque va a depender de las indicaciones del Gobierno.
“Siempre trabajamos por las redes, pero no como ahora, dentro de la crisis tuvimos que innovar y creo que las personas están contentas, pero siguen expectantes a cuándo estaremos de vuelta y podamos hacer los cultos normales sin tener que vivir en un sistema de pánico, que todos tengamos la libertad de vuelta”, refirió el pastor Abreu.
Envió un mensaje a todas las personas que se encuentran en sus casas esperando a volver a la “normalidad”: “Que tengan una visión hacia el futuro. Pensamos que Paraguay va a entrar en una nueva época de crecimiento. Este tiempo ha servido para purgar cosas que no estaban bien en todas las estructuras. Todos tuvimos que hacer un replanteamiento. Pronto estaremos de vuelta y debemos salir más fortalecidos que antes que teníamos aparentemente todo bajo control. Es un tiempo para repensar muchas cosas en nuestras vidas y aliento a lo que están sus casas a que prioricen las cosas más importantes y hagamos de Paraguay un país bendecido y hermosos donde todos anhelen vivir”, concluyó el pastor.
Cabe resaltar que el pasado martes los obispos del Paraguay mantuvieron una reunión con el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, y el ministro del Interior, Euclides Acevedo para definir detalles concernientes a la vuelta de las actividades litúrgicas en los templos católicos del país.
El Monseñor Amancio Benítez, secretario general de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), anunció que desde el 25 de mayo volverán las misas presenciales, en coincidencia con el inicio de la Fase 2 de la cuarentena inteligente.
Explicó que deberán celebrarse con un número reducido de fieles, teniendo un límite de hasta 10 personas por celebración eucarística. En lo que respecta a los matrimonios, podrán ser de una sola pareja y con la única presencia de los padrinos.
Asimismo, se tomarán los datos de todos los feligreses que asistan a misa y se adoptarán otras medidas que consideren adecuadas como el uso de tapabocas, el distanciamiento físico, el lavado de manos antes de ingresar, entre otros.
