El recién formado nuevo ejecutivo de coalición de Estonia, bajo el liderazgo de la primera ministra Kaja Kallas, tiene previsto seguir adelante con algunas reformas de su declaración de gobierno, como el matrimonio entre personas del mismo sexo y el derecho a voto para los jóvenes de 16 años para elegir el parlamento nacional o Riigikogu.
“Aunque pueda parecer radical para algunos grupos en Estonia o en el contexto de Europa del Este en general, seremos pioneros y el plan es adoptar la ley de igualdad matrimonial o realizar los cambios en la ley de familia antes del solsticio de verano (21 de junio) este año”, declaró a EFE la ministra de Sanidad estonia, Riina Sikkut, cuyo Partido Socialdemócrata (SDE) apoya la medida.
Según Sikkut, Estonia tiene una ley de uniones civiles neutral desde el punto de vista de género, pero no cubre ni aplica plenamente todos los derechos y obligaciones que deberían tener los miembros de la pareja.
“Tenemos la ley de parejas de hecho desde hace nueve años, pero no las normas que la convierten en instrumental o en algo que pueda utilizarse en el trabajo diario de distintas organizaciones del sector público”, explicó.
Algunas cuestiones han tenido que dirimirse en los tribunales, dijo.
La adopción de la igualdad matrimonial situaría a Estonia por delante de sus vecinos Letonia y Lituania, que ni siquiera han adoptado ninguna forma de unión civil que puedan utilizar las parejas del mismo sexo.
A Sikkut también le preocupa que la oportunidad de aprobar la igualdad matrimonial pueda cerrarse tras el actual ciclo electoral e, incluso si se aprueba, la ley podría enfrentarse a recursos judiciales por cuestiones de procedimiento.
No obstante, parece haber un fuerte y creciente apoyo público a la igualdad matrimonial, del 53 % en la actualidad, frente al 34 % en 2012, según una encuesta realizada a principios de abril por encargo del Centro de Derechos Humanos Estonio con el apoyo del Ministerio de Asuntos Sociales.
“Entre los jóvenes de 20 a 29 años, el apoyo a la igualdad matrimonial es del 75 %. Este es un claro mensaje para los partidos políticos: si quieren incluir a la población más joven en su base de apoyo, deben defender los derechos humanos de todos los estonios”, cita el portal Err.ee de la radiotelevisión pública a Egert Rünne, director del Centro de Derechos Humanos.
Christian Veske, comisionado de Igualdad de Género y de Trato Igualitario de Estonia, sostiene en un reciente artículo de opinión que la igualdad matrimonial haría avanzar y ampliaría la institución moderna del matrimonio, basada en la libertad personal y el afecto mutuo.
“Históricamente, el matrimonio basado en la libertad de las personas para decidir sobre su propia vida es un fenómeno bastante nuevo. En el pasado, el matrimonio (también en Estonia) era principalmente una transacción económica, que decidían padres los parientes, y la confirmación del matrimonio era un privilegio de la Iglesia”, escribe.
Hoy en día, agrega, “el matrimonio es una decisión profundamente personal, que (al menos en Estonia) se basa principalmente en confirmar una relación romántica y comprometerse con otra persona”.
Según Veske, la implantación de la igualdad matrimonial completaría la lucha por la libertad que comenzó con los movimientos en Estonia a finales de la década de 1980 para liberarse de la Unión Soviética y la dictadura comunista.
La otra reforma propuesta en la declaración del nuevo gobierno -votar al parlamento con 16 años- es un proyecto a más largo plazo, según Sikkut, quien en una entrevista a EFE señaló que este grupo de edad puede participar ya desde hace varios años en las elecciones municipales, aunque el índice es bajo.
