Con el propósito de continuar el proceso de enseñanza durante el confinamiento estricto por la pandemia, las clases continuaron con la modalidad virtual, pero en la mayoría de los casos se desarrollaron por mensaje, debido a que el 80% de los hogares paraguayos no cuenta con conexión a Internet, según datos proveídos por la organización Juntos por la Educación.
En medio de la virtualidad, las pésimas condiciones edilicias de las instituciones educativas públicas del país quedaron, una vez más, relegadas hasta en un cuarto plano. De hecho, para el 2022, el Gobierno redujo en un 52% el presupuesto del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para invertir en infraestructura.
La organización Juntos por la Educación advierte que serán US$ 15.751.836 menos para mejoras edilicias en las instituciones educativas.
Entre el recorte para mejoras y las deplorables condiciones de infraestructura de los colegios, el ministerio de Educación y Ciencias pretende que las clases presenciales retornen a partir del 21 de febrero de 2022. “Volver a la presencialidad es sumamente urgente, porque la escuela es el espacio en el que logramos mayormente ecualizar las grandes diferencias educativas, que la pandemia acentuó», comentó explicó Oscar Charotti, director ejecutivo de Juntos por la Educación.
Agregó que hay que ocuparse de adecuar las instituciones escolares pero, en contrapartida, «vemos que el presupuesto para infraestructura del próximo año se disminuye en un 50%, que es totalmente contradictorio a las necesidades para la vuelta a clases”.
Déficit en inversión de infraestructura escolar
Charotti detalló que no existe un relevamiento nacional respecto a las condiciones edilicias de la totalidad de las escuelas y colegios del país o, al menos, no se ha hecho público.
Para obtener una aproximación a la realidad, datos del Observatorio Educativo Ciudadano revelan que, al 2018, el déficit de inversión de infraestructura correspondiente solo a las solicitudes de adecuación o reparación de aulas y servicios higiénicos asciende a USD 154.176.583. «La educación paraguaya está sumida en una profunda crisis y en una emergencia no declarada. Lo educativo quedó bastante relegado y no fue, digamos, prioridad para el Gobierno», resaltó.
Asimismo, Charotti dijo que la calidad de la infraestructura aporta sin duda alguna a los aprendizajes de los estudiantes pero, como uno de los principales criterios para lidiar con la pandemia fue la no presencialidad, la infraestructura pasó digamos en tercer o cuarto plano, recordó.
En esta misma línea, recordó que el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019) del Laboratorio de Evaluación de la UNESCO reveló que el 94% de los estudiantes paraguayos, en sexto grado, no tiene los conocimientos mínimos en matemática y el 91% en lectura y escritura.
“Estos resultados provienen desde antes de 2020 La pandemia lo que hizo fue profundizar y complejizar esto. Por estos y otros déficits que venimos arrastrando desde hace décadas, la presencialidad es indispensable, principalmente en nuestro en contexto”, sostuvo.