Con la mayoría de los hospitales públicos inhabilitados en cuanto al nivel de salubridad, infraestructura y atención de calidad, Paraguay se enfrentaría a una posible tercera ola del Covid-19 sin las armas suficientes para generar una verdadera contención para la población.
La Dra. Gloria Meza, presidenta del Círculo de Médicos, había comunicado que el 90% de los hospitales no se encuentran habilitados, en términos de salubridad, dotación de insumos y capacidad para atender en buen estado a los pacientes.
Estos constituyen requisitos indispensables en cuanto al nivel de infraestructura de los sanatorios, pues para afrontar de manera equilibrada el manejo de pacientes internados que requieren de atención especializada, los materiales y la atención que necesiten los mismos deben ser aptas e idóneas.
“El paciente infectado es trasladado sin recaudos específicos, mientras los estudiantes de medicina se encuentran tomando tereré por los pasillos; estos hechos contaminan todos los ambientes de los hospitales y por ello la mayoría de los enfermos que ingresan con patologías no transmisibles, salen con una infección hospitalaria”, destacó la médica.
Teniendo en cuenta que se está hablando de una posible e inevitable tercera ola a desarrollarse en nuestro país, la Dra. Meza sentenció que las insalubridades en la mayoría de los centros hospitalarios no solo resultan contraproducentes para las respuestas en la lucha contra el Covid-19, sino también en el nivel de preparación para futuros profesionales médicos.
Dra. Gloria Meza
HOSPITALES INHABILITADOS
Irónicamente, los centros hospitalarios que se encuentran dentro de la inhabilitación generalizada corresponden a aquellos destacados como referencias y que cuentan con los servicios de contingencia Covid-19.
Entre ellos se destacan el Hospital Nacional de Itauguá, el Hospital de Clínicas, el Hospital de Barrio Obrero, el Instituto de Medicina Tropical, el Ineram, el IPS, el Hospital Rigoberto Caballero, el Hospital Militar, entre otros.
Además de la necesidad de cuidar al paciente de manera higiénica, la Dra. Meza habló del nivel de responsabilidad asumida por un profesional médico que trabaja en un hospital no habilitado.
“Aunque un médico no haya tenido algún tipo de participación en la mala praxis del hospital en el cual trabaja, el hecho de que ejerza en un centro no habilitado ya le compromete en su función laboral”, determinó.
HABILITACIÓN
La Dra. Meza explicó que el ministerio de Salud es el encargado para otorgar a los hospitales la habilitación correspondiente y necesaria. “Eso fue lo que estuvimos analizando y hablando con las instituciones pertinentes para lograr una solución ante la situación en la cual nos encontramos”, detalló.
Así, destacó que se llevaron a cabo 5 coloquios con las autoridades de decisión como el Consejo Nacional de Educación Superior (Cones), la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes), las universidades públicas y privadas, hasta que se llegó a la conclusión de la necesidad de hablar con el ministerio para solicitar las habilitaciones.
No obstante, hasta el momento no cuentan con ninguna respuesta o alternativa por parte de la cartera del Estado. Mientras, la infraestructura de los hospitales de referencia no da la seguridad de poder perdurar con el paso del tiempo, pues necesita de un debido mantenimiento y mejora en su estructura, teniendo en cuenta una posible tercera ola.
El Hospital Regional de Coronel Oviedo es prácticamente el único con habilitación disponible hasta el momento, luego los demás centros se encuentran gestionando dicha certificación o simplemente no cuenta con ella.
“En el Hospital de San Antonio, por ejemplo, se registraron un sinfín de goteras que se hicieron muy notorias luego de las intensas lluvias registradas. Así, los equipamientos, los mamógrafos, los electrocardiógrafos y otros aparatos más sufrirán alguna falla por la exposición sin ningún tipo de precaución, por no encontrarse habilitado”, aseveró la representante del círculo de médicos.
La Dra. Meza concluyó diciendo que solicitan la implementación de una mesa de trabajo conformada por expertos, aparte de una reunión del Consejo Nacional de Salud, para contar con las habilitaciones en la brevedad posible.