Este domingo 18 de octubre se realizarán las elecciones presidenciales en Bolivia. Cabe recordar que Evo Morales, hoy ya expresidente fue obligado a renunciar el pasado 10 de noviembre luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) diera a conocer en un informe que Morales ganó las últimas elecciones (octubre – 2019) gracias a un fraude electoral.
Sin embargo, entre los tres candidatos principales, Luis Arce, exministro de Economía (Hacienda en Paraguay) de Morales, tiene la preferencia de los votantes según revelaron las encuestas.
Los mismos resultados señalaron que Carlos Mesa, expresidente y opositor de Morales y Luis Camacho, líder político de la ciudad de Santa Cruz, localidad más poblada de Bolivia están en el segundo y tercer puesto en el orden de preferencia de la ciudadanía.
Gonzalo Ávila, analista político boliviano, en nota exclusiva con Radio Libre 1200 AM, explicó el porqué de esta preferencia ciudadana hacia el continuismo del partido de Morales a pesar del fraude electoral.
El comunicador sintetiza la respuesta en la frase: “Estabilidad y autoritarismo competitivo”. Es decir, que a pesar de los cuestionamientos democráticos que pueden atribuirse a Morales, el pasar económico era favorable. Y eso, al final, es lo que más importa en la gente.
“Hubo una estabilidad económica que no se le puede negar al expresidente. La gente tenía un poco de plata en el bolsillo. Y a pesar de que los economistas atribuyan a cuestiones ajenas a la gestión de Morales ello, no se puede negar ese bienestar”, explicó.
Ávila explicó que en los últimos 12 meses, se generó una inestabilidad económica lógica por la inestabilidad política. Y que esto repercutió en que decayera la calidad de vida de los bolivianos. Como es de esperar, la ciudadanía atribuye esto a la oposición que hoy lidera el país.
“La gente dice que tenía plata hace un año y ahora no. El Gobierno de transición costó. Entonces terminan optando por el exministro antes que por Carlos Mesa”, argumentó.
BANDO POR BANDO
En los últimos siete días, la política de Bolivia sufrió varias sacudidas. Las dos protagonizadas por el actual gobierno transitorio de oposición.
La primera fue el pedido de dicho Gobierno a la Interpol de captura internacional de Evo Morales. Pedido que fue rechazado por el organismo internacional. Cabe recordar que Morales guarda acilo político en Argentina.
En segundo episodio consistió en que el mismo Gobierno denunciará a Luis Arce de enriquecimiento ilícito cuando ejercía la titularidad del Fisco. Específicamente se trata de US$ 1,5 millones que supuestamente habría malversado el hoy candidato presidencial. El mismo ocupó el cargo en dicho gabinete desde el 2006 al 2017 y en el 2019.
Ávila explica que, a pesar de estas sacudidas, Evo Morales, en el exilio, sigue siendo el líder del MAS. Además detalló que dicho movimiento tiene una particularidad que es muy organizada, muy obediente y muy sindicalizada gracias a la gestión de 14 años del mismo expresidente.
“Al mismo tiempo que fortalecía a su partido, debilitaba a la oposición”, explicó el analista.
En contrapartida, la oposición no pudo instalar en la percepción ciudadana una imagen que pueda competir con el MAS. A tal punto que los números en intenciones de votos de antes del fraude son los mismos que los actuales.
ENCUESTAS
La última encuesta dada por la empresa Ciesmori dio a conocer como ganador a Luis Arce (MAS) con el 42% de los votos. En segundo lugar quedó Carlos Mesa (Alianza Comunidad Ciudadana) con el 33% y tercero Luis Camacho (Creemos) con el 17%.
Las reglas electorales de Bolivia que el candidato ganador deberá tener más del 50% o 40% siempre que el segundo solo cuente con el 30% o menos.
Debido a esto, se espera que haya segunda vuelta (balotaje) en las elecciones. En ese caso solo participarían los dos más votados (Arce y Mesa).
Las encuestas de la misma empresa sobre esta posibilidad, dan como resultado una victoria del opositor Mesa con el 41% sobre Arce que quedaría con el 38% de los votos.
