Cada año, más de 800.000 personas mueren por suicidio en todo el mundo. Esto corresponde aproximadamente a una muerte cada 40 segundos. Según la Organización Mundial de la Salud, el número de vidas perdidas cada año por suicidio supera el número de muertes por homicidio y la guerra combinados.
El director del Hospital Psiquiátrico, Víctor Adorno, señaló que las últimas estadísticas datan del año 2018 y apuntan a que en ese año hubo un total de 420 casos de suicidio, lo que equivale a que cada 20 horas un paraguayo se quita la vida, 7 de cada 10 son varones y el 50% menores de 40 años. El especialista dijo que el método más recurrente es el ahorcamiento.
Sin dudas es un tema delicado a tratar. Ya casi llegan las fiestas de fin de año y hay que mirar con mucho detenimiento el comportamiento de la ciudadanía. A decir del doctor, estas celebraciones son motivo en el cual se pueden experimentar sentimientos de tristeza y se encrudecen los estados de las personas con cuadros de depresión, lo que lleva a que se den intentos de suicidio.
“Primeramente hay que superar el estigma y tabú relacionado a los trastornos mentales. Muchas veces las personas tienen ese miedo a decir que están deprimidos, con falta de cariño o con pensamientos suicidas. Hay que detectar esos síntomas, pero cuesta mucho que alguien se dé cuenta que está con un cuadro depresivo, pues muchas veces los síntomas son físicos y corporales y le pueden confundir con cualquier otra afectación”, aseguró Adorno.
Agregó que otro tema importante es el poder facilitar los puntos de ayuda a una quien tenga un malestar psicológico, eso puede ser un indicio para ayudar y prevenir que esa persona llegue al suicidio.
“En el sistema público tenemos el Hospital Psiquiátrico donde quien necesite puede acudir para realizar una consulta y las urgencias 24 horas. Se valora la situación y se determina qué acción tomar. También en el Hospital de Clínicas cuentan con este servicio y se hace la consulta correspondiente”, acotó.
EL REPUNTE
Con la apertura de las fases y una mayor facilidad de movimiento, el psiquiatra mencionó que hubo un repunte en la cantidad de consultas, tanto en el sector privado como en el público y llama la atención que son pacientes que no tienen antecedentes psiquiátricos, acuden a los servicios por el malestar generado en la pandemia.
“En los primeros meses del Covid, el movimiento estaba restringido y una persona no podía acudir tan fácilmente a una consulta. Ahora están llegando, pues con el encierro estuvieron a merced de mucha incertidumbre relacionada al virus, lo que llevó al estrés, antes no se conocía muy bien que podía generar y eso se sumó al hecho de estar encerrado la mayor parte del día sin tener lazos sociales”, explicó.
Aseguró que no hay que tener miedo de acudir con un especialista, ya que una consulta psiquiátrica adecuada y a tiempo puede aliviar el malestar y disminuir el riesgo de muerte, así como mejorar la calidad de vida.
“Muchas personas piensan que los psiquiatras queremos sobremedicar al paciente, pero no es así, queremos que mejoren y utilizamos medicamentos para esa misión. De acuerdo a la evaluación indicamos terapias psicológica y siempre recomendamos hábitos saludables de vida como el sueño, no consumir sustancias ilícitas, no abusar del alcohol, etc”.
Finalmente, aclaró que un trastorno depresivo es una enfermedad y la persona puede llegar a sufrir cambios fisiológicos, en el cuerpo, en el cerebro, por ello requiere un tratamiento que se ha visto que mejora los síntomas de las depresiones y recuperan la vitalidad y las ganas. “Un tratamiento acorde les da fuerzas para continuar con su vida y actividades habituales”, concluyó el Dr. Adorno.
