El departamento del Alto Paraná registra alrededor de 30.000 personas desempleadas durante los casi 100 días de cuarentena que lleva el país. A esto se suma que por más que se habilitó la fase tres desde ayer lunes, el cierre de las fronteras implica que no se cuenten con el 91% de los clientes habituales de los comercios de la zona.
Debido a esta situación adversa, Carlos Jara, presidente de la Cámara de Empresarios de Ciudad del Este y del Alto Paraná, elevó una nota a los tres poderes del Estado.
En el documento se cuestiona el abandono del Gobierno para la zona este del país. Así también insta al desarrollo de obras públicas pendientes que dinamizarán la economía y que a la vez motivarán la llegada de turistas una vez levantada la cuarentena.
“Quisimos darle otra cariz a lo que normalmente se pide. Por ello instamos a una solución a largo plazo. Estas obras permitirán mejorar la conectividad con los países fronterizos”, expresó Jara.
Sobre los pedidos de subsidios y apertura de fronteras solicitados por otros referentes de la zona, también fue considerado como necesarios por Jara aunque destacó que lo que proponen ellos representaría beneficios más importantes a largo plazo.
OBRAS SOLICITADAS
Entre las obras públicas solicitadas por el gremio se destacan; retomar el proyecto de provisión de agua potable, alcantarillado sanitario, plantas de tratamiento de efluentes y desagüe pluvial por US$ 900 millones.
Así también la reubicación de los ocupantes de espacios públicos en Ciudad del Este como la creación y el mejoramiento de espacios verdes por valor a los US$ 100 millones.
Acelerar las obras del segundo puente con el Brasil, cuya inversión total ya programada está en el orden de US$ 120 millones.
La construcción de la avenida Costanera sobre los Ríos Acaray/Paraná que costaría US$ 100 millones. Además la del puente con Argentina sobre el río Paraná entre Puerto Iguazú y Ciudad Presidente Franco. El costo estimado es de US$ 120 millones.
Y finalmente solicitan préstamos hasta el 7% de interés anual para 1.500 taxistas formalizados, para que cambien sus vehículos por unidades 0 (cero) kilómetros, a adquirir de fabricantes establecidos en Paraguay, con taxímetros instalados, a un costo unitario promedio de US$ 12.000. Así podrán competir o convertirse en multiplataformas ya sean muvers o ubers. La inversión reembolsable aproximada sería de US$ 18 millones.