Por Benjamín Fernández Bogado
La visita de Macri reavivó el debate en torno a Yacyretá y el acuerdo que firmaron Macri con Cartes, en donde el último, el presidente paraguayo, se mostraba orgulloso diciendo que a cambio de construir una nueva represa se nos había sacado una importante cantidad de una deuda que no había sido legal ni constitucional, porque la misma no había tenido ni el aval del Congreso ni había tenido los mecanismos administrativos establecidos. Finalmente era una deuda que tenía el propio Estado argentino consigo mismo y que le quería cargar la mitad al Estado paraguayo.
Esto no ha quedado nunca firme porque también necesita la ratificación del Congreso argentino. Abdo, en campaña, había dicho que si fuera presidente no ratificaría dicho acuerdo, cosa que no lo cumplió. Y ahora estamos frente a que la Argentina, que debe ratificar el acuerdo, no se encuentra muy convencida de llevar adelante dicho proyecto. Y algunos analistas de ese país creen que la visita de Macri a Cartes es para buscar que este último haga lobby sobre un proyecto que implica una inversión de casi 600 millones de dólares, que es la construcción de una represa en el lugar denominado «Aña Cuá», aguas arriba de la actual represa de Yacyretá.
Estamos hablando de volúmenes de dinero muy importantes que algunos creen que es mucho más trascendente que la cuestión meramente anecdótica del encuentro que tuvieron esta semana Cartes con Macri.