Años atrás era común ver años atrás en las maternidades del Paraguay la entrega de té para iniciar la alimentación de los recién nacidos. Según el pediatra José Lacarruba, esta práctica ya fue eliminada, por lo que hoy es común el inicio con leche de su propia madre, directamente del pecho, desde la sala de partos o lo antes posible.
Explicó que en los pocos casos en que no es posible esto, se recurre a fórmulas de tipo 1 para bebés menores de 6 meses, de fórmulas para prematuros en caso de bebés menores de 34 semanas o a la leche de otras madres procesadas en los llamados “bancos de leche”.
Mencionó que es cierto que la tradición guaraní – paraguaya es muy rica en conocimientos de los efectos medicinales de las plantas y que existen libros muy completos al respecto. No obstante, el médico no recomienda dar té a los niños, porque no tiene ningún efecto nutritivo, y existen sustancias que pueden ser tóxicas, como el floripón morado, que, si bien tiene un efecto para disminuir el catarro, fácilmente puede llegar a una dosis tóxica y llevar incluso a la muerte.
Igualmente señaló que no se puede dosificar la cantidad de sustancias que se dan, pues la concentración de las hojas es variable, no se puede garantizar la pureza del té, muy al contrario de cuando damos un medicamento elaborado por un laboratorio, en el cual se indica la cantidad de cada sustancia, con controles de calidad. Hay una empresa que se hace responsable y debido al menor tamaño y capacidad de metabolizar de los bebés, son más susceptibles a intoxicarse que los adultos.
“No recomiendo dar té con fines medicinales en la edad pediátrica”, destacó el especialista.
LOS LACTANTES
Por otro lado, la nutricionista Verónica Molina, especializada en embarazo y lactancia, expresó que es importante saber que el té es un neurotóxico y contiene taninos, más allá de disminuir la biodisponibilidad de hierro, puede tener consecuencias neurotóxicas e intestinales.
Aseveró que, en algunos casos según la dosis, puede provocar somnolencia, convulsiones y coma. “Por desgracia existen muchos casos de niños intoxicados por el consumo de tés”, lamentó.
Expuso que los casos de infantes internados se deben a que los niños pequeños aún no tienen bien desarrollados los órganos, lo que les impide metabolizar correctamente los principios activos de las plantas y ante su consumo los lleva ante una intoxicación.
Declaró que no existen estudios que realmente especifiquen la edad a partir de la cual los niños pueden empezar a tomar té, pero en recomendaciones generales se estaría hablando de los 12 años en adelante según la Asociación Americana de Pediatría.
Contó que hay algunas infusiones, por ejemplo, el anís, que tienen un efecto antiespasmódico, por lo que existe una creencia de que va a actuar de la misma manera en los pequeños sin tener en cuenta el riesgo de toxicidad.
Explicó que los niños, al no estar preparados para metabolizar dichas sustancias, puede derivar en internaciones, deficiencia hepática, intoxicaciones graves, irritabilidad, entre otros. “Las infusiones, además, no tienen ningún valor alimenticio, por lo que no sustituye nutricionalmente a ningún otro alimento”, garantizó.
Sostuvo que, si un bebé lactante toma la sustitución de leche por una infusión es todavía más grave, pues estará llenando el estómago con otras sustancias en vez de leche materna o de fórmula que son mucho más nutritivas que una infusión.
Aseveró que los padres deben saber que las infusiones no aportan ningún beneficio a nivel nutricional, y si aun así deciden darlo, hay que tener en cuenta que la Academia Americana de Pediatría hace referencia que tanto los niños como adolescentes deben tener especial cuidado a la hora de consumir bebidas con cafeína, entre ellas el té.
Finalizó afirmando que antes de los seis meses no se recomienda ofrecer al bebé ningún líquido ni alimento que no sea la leche materna o leche de fórmula. “A partir de los seis meses en adelante se inicia la alimentación complementaria con alimentos nutritivos y seguros y se puede ofrecer agua en pequeñas cantidades”, concluyó.
