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El “se acabooo” empuja fuerte

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En Cuba, el miedo al poscastrismo impregna al establishment

A los regímenes totalitarios no les gusta que se les pronostique un próximo final. Durante la dictadura, una de las expresiones que caía más gorda a la nomenklatura era eso del “posestronismo”. Era como hablar de una etapa sin Stroessner delante de Stroessner, como si no estuviera presente. Horrible sensación para el circulo rojo a muchos de cuyos integrantes, sin embargo, cautivaba la idea de un “estronismo sin Stroessner”. El 3 de febrero de 1989 supieron cuan lejos estaba esa visión de lo que acaba de empezar.

Tal vez esto sirva para explicar la reacción del establishment comunista de Cuba ante las manifestaciones callejeras que cantaban como himno de batalla ese “Patria y Vida” que manda al olvido la consigna castrista “Patria o Muerte” que aún se lee en algunos murallones de la revolución. La canción es elocuente: “No tenemos miedo, se acabó el engaño. El pueblo cubano se cansó…” con una muletilla que le debe doler allá donde sabemos al neo tiranuelo: “Se acabooo… se acabooo…..”.

Pero la dictadura, por decadente que esté, conserva mucha capacidad de daño. Y la usa. Más de 150 manifestantes fueron llevados a juicio. Salieron condenas de 18 a 25 años de cárcel para jóvenes que aún no llegan a los 20. Para tener una idea de esta bárbara manipulación de la justicia, consideremos que para llegar a una pena de 25 años de cárcel según el Código Penal paraguayo, el reo debe ser hallado culpable de matar, por lo menos, a sus padres, a su esposa, hijos o hermanos. Incluso hay dos niños de 12 y 15 años enterrados e incomunicados en centros de “reeducación” con futuro incierto.

El aprendiz de autócrata que gobierna la isla, sucesor del nonagenario Raúl Castro, confirma el aforismo de que “no hay peor tirano que un ex vasallo”. Diaz Canel se movió siempre en la periferia del poder, obediente y funcional como todo el resto del entorno de los Castro. Ahora, encaramado en el sillón del Palacio de la Revolución, desata su sagrada ira revolucionaria cebándose en jóvenes que sólo piden libertad, pan y dignidad.
Mal que le pese al deshilachado espectro del marxismo-leninismo que hace 60 años proclamaba el numen tutelar de la revolución, la era del “post castrismo” está cada vez más cerca. El miedo a la caída expide un olor que impregna los ambientes y trasciende su entorno.

El “se acaboooo” viene empujando…

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.
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