El sueño de construir un Paraguay más equitativo y la búsqueda de una mejor sociedad, fueron solo algunos de los principios que unieron a Soledad Núñez y Bruno Defelippe, activistas sociales que desde su rol en el sector privado unen fuerzas para mejorar la calidad de vida de miles de paraguayo y a la par crear conciencia sobre el deber que cada uno tiene como ciudadano.
Ambos fueron propulsores del programa Techo. Soledad Núñez es ingeniera civil, fundadora de Alma Cívica, academia que busca formar líderes públicos, que el Paraguay tanto necesita. También fue ministra de la vivienda y ha participado de muchos otros proyectos sociales.
Por su parte, Bruno Defelippe es fundador de la Asociación de Emprendedores de Paraguay (Asepy), director ejecutivo de la Universidad Comunera y cofundador de Koga Impact Lab, además está al mando de diversos proyectos.
Ambos cuentan con una gran trayectoria pero por sobre tienen un compromiso firme, ser generadores del cambio ante las falencias de los Poderes del Estado y las necesidades del pueblo.
“Si queremos lograr una profunda transformación social en nuestro país necesitamos masa crítica de agentes de cambio comprometidos con la realidad desde todos los ámbitos”, subrayó Defelippe.
Estuvieron involucrados en varios proyectos de causas sociales, pero ¿Cómo se conocieron?
Soledad: Nos conocimos como voluntarios de Techo, ahí comenzó nuestra carrera profesional y de activismo social. La vida nos llevó por un montón de caminos, pero con un propósito que hasta hoy sigue vigente y fue lo que nos unió, luchar por construir un Paraguay sin desigualdades, que ofrezca las mismas oportunidades a todos sus habitantes.
Bruno: Sole no se acuerda de esa primera construcción donde trabajamos juntos, en ese momento ella ya me había llamado la atención. Después coincidimos en Techo, desarrollamos una organización con un montón de voluntarios y familias, estuvimos ahí en esos primeros años más emblemáticos de Techo y su consolidación. Luego nos fuimos sumando a otras actividades que creímos que eran importantes.
¿Podemos decir que las acciones sociales los consolidó como pareja?
Bruno: Sin dudas, pero no queremos que nos acusen que fuimos a Techo solamente para encontrar pareja (risas).
Soledad: Si fue linda nuestra historia, conocernos y compartir. Una juventud super interpelada por una realidad social del Paraguay que nos invitaba a hacer algo al respecto.
Cuando teníamos 25 años pasábamos horas de la madrugada hablando cómo podíamos cambiar el país, qué debíamos hacer, cuál tenía que ser nuestro futuro. Hoy, una década después, nos encontramos con los mismos cuestionamientos y aún con los mismos desafíos, esa convicción sigue firme.
Bruno: Así como dijo Sole, estamos todo el día pensando y hablando sobre qué más podemos hacer, trabajamos juntos en esos puntos. Fue una suerte poder encontrarnos y complementarnos en cosas que nos gustan. Es algo que realmente tiene muchísimo que ver con el propósito, que fue lo que nos unió.
¿Cuáles son los proyectos que están impulsando juntos y cómo se complementan para hacerlos realidad?
Bruno: Hoy me toca liderar la Universidad Comunera y su transformación, justamente ahí entra el sueño de hacer que la educación superior en Paraguay sea cada vez mejor y que permita realmente formar los talentos necesarios para tener el capital humano requerido en todos los sectores y así lograr el desarrollo del país.
Sole lidera Alma Cívica y tenemos una alianza con la academia, ella diseñó y encabeza los diplomados de políticas públicas, gestión urbana y de desarrollo. El proyecto que más nos entusiasma y que actualmente también estamos apoyando es el de la Bicisenda más larga de Sudamérica, que busca aprovechar las antiguas vías del tren.
Soledad: A los dos nos gusta mucho pedalear y hacer deporte juntos, entonces encontramos una manera de combinar ambas cosas, a través del pedal conocemos además lugares mágicos del Paraguay.
¿Cuáles son algunas de las principales problemáticas que observan en nuestro país y que el gobierno debería atender de inmediato?
Bruno: La incidencia de la pandemia se observó principalmente en el sector de las Pymes, que emplean a 7 de cada 10 paraguayos. Sufrimos muchísimo, ya sea porque una Pyme cerró o porque el colaborador perdió el trabajo. No hubo una gestión proactiva para tratar de desarrollar o proteger a este sector. Se hicieron algunas cosas, pero no fueron suficientes.
Soledad: No voy a entrar a hablar de sectores en específico, quiero tomar temas que son transversales. Muchas veces se diseñan políticas en nuestro país basadas en intuición, ideologías, en presiones de ciertos sectores. Es decir, no hay una sustancia que sostenga esas políticas para que sea pertinente. Así nos volvemos un Estado ineficiente que gasta más dinero, que no logra el objetivo que se espera y terminamos en el caos que quizás estamos hoy.
Si queremos tener mejores políticas públicas, tenemos que tener también mejores tomadores de decisión y mejores técnicos diseñando estas políticas que se complementen.
Tienen ideas concretas para el futuro del país, ¿Tienen pensando, en tu caso Soledad, volver al sector público y en el tuyo Bruno incursionar en ese camino?
Bruno: Hoy para mí los desafíos principales son: consolidar el desarrollo de la Universidad Comunera y fortalecer Asepy, eso también tiene mucho que ver con construir una masa crítica, lo que significa trabajar desde todos los frentes que sean necesarios. Hoy desde el espacio que nos toca y el día de mañana desde el lugar que sea.
Realmente no tiene nada que ver con construir candidaturas y eso quiero dejar súper claro porque no depende de una persona cambiar nuestro país, ni de dos ni cinco, depende de miles de paraguayos.
Soledad: Cuando apareció la oportunidad de hacer cosas con Techo, decidimos tirarnos a la pileta y hacerlo. Cuando apareció la oportunidad de entrar al gobierno y tratar de cambiar las formas de gestión pública, lo hice. Es decir, siempre hacer por encima del no hacer.
He trabajado desde varios ámbitos de la sociedad, me encanta seguir fortaleciendo a ambas patas. Creo que vamos plantando semillas que van a ir germinando y construyendo cosas positivas para el país. Yo no cierro la puerta al sector público, pero en este momento de mi vida me siento muy cómoda con lo que estoy haciendo.
