A través de un estudio, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), demostró la relación directa existente entre la mejora de la realidad socioeconómica de los niños del país, de los cuales un 36,3% se encuentran sumidos en la pobreza, mientras un 50,3% ni siquiera accede a consultas médicas.
Pese a que actualmente nos encontramos en una situación más amena, referente a la pandemia del Covid-19, los estragos causados por la enfermedad aún se resienten en la sociedad. En este caso, la realidad de los niños y niñas es lo que presenta actualmente una serie de efectos vistos en el cambio repentino de su correcto desarrollo socioeconómico y educativo.
De acuerdo a un informe emitido por la Unicef, titulado como “Los gobiernos municipales y la niñez paraguaya”, desarrollado por Rafel Obregón, representante de la Unicef en Paraguay, no solo se habla de un impacto sin precedentes del Covid-19 en la niñez, sino también de la influencia directa de las autoridades municipales a la hora de generar mejores oportunidades para los infantes desplazados en la pobreza y la falta de acceso a una educación de calidad.
En el caso de Paraguay, entre 2019 y 2020, la niñez ha estado particularmente afectada. Según el Instituto Nacional de Estadística, se ha registrado un aumento de la pobreza infantil, que pasó del 32,5% al 36,3% del total de niños, niñas y adolescentes.
En el caso de la primera infancia, se registró un aumento de 31,4% a 36,7% del total de niños y niñas con hasta cuatro años de edad en situación de pobreza. Ello implica que, durante la pandemia, un mayor número de niños y niñas ha iniciado su ciclo de vida partiendo de condiciones básicas de desarrollo más desiguales e insatisfechas.
En este sentido, Rafel Obregón destacó en su informe que, aparte de constituir un espacio para el ejercicio de participación ciudadana, las elecciones a las intendencias y concejalías municipales representan una oportunidad única e histórica para que los líderes políticos del país asuman compromisos serios, genuinos y orientados a contener y revertir los efectos de la pandemia sobre la niñez.
LA DEBILIDAD EN SALUD Y EDUCACIÓN
Sin olvidar los sectores como salud y educación, que ya pasan por una serie de debilidades por sus propias carencias y problemas, la Unicef indicó que la pandemia también ha tenido impactos regresivos sobre la salud de la población infantil.
Los datos del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, indicaron una reducción de 36,4% en el número de consultas médicas dirigidas a la totalidad de la población, tendencia notoriamente superior entre la población infantil, con una disminución del 50,3%.
Por su parte, la brecha de acceso a la educación también se ha elevado, pues según el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), aproximadamente 705.000 estudiantes, el 46% del total de matriculados, siguen asistiendo a las clases a distancia, con todos los desafíos estructurales de conectividad que ello implica.
Por ello, desde la Unicef realizaron conversatorios con adolescentes a fin de conocer y acercar sus inquietudes a las autoridades municipales. Los mismos indicaron su deseo de soluciones para un mejor acceso al agua en sus comunidades vulnerables, mejores condiciones de protección de su infancia, el mantenimiento constante de los espacios de recreación, mejores condiciones de vida y espacios de participación para que puedan ser escuchados, entre otras demandas.
“Estos espacios reafirman la necesidad de seguir abogando por propuestas concretas de priorización de la agenda de niñez y adolescencia. La articulación de servicios dirigidos a la población en situación de mayor exclusión demanda mayor acompañamiento y fortalecimiento de capacidades a nivel municipal, la instancia más próxima a la población”, sentenció Rafael Obregón en su informe.
Al respecto, la Unicef lanzó la iniciativa denominada Municipios Amigos de la Niñez y Adolescencia, promoviendo el compromiso de autoridades locales con el bienestar de los niños, niñas y adolescentes.
Con esto se realiza un seguimiento para que los intendentes asuman una responsabilidad con la niñez y la adolescencia, en consonancia con la Ley Orgánica Municipal, el Código de la Niñez y de la Adolescencia, que determina la creación del Sistema Nacional de Promoción y Protección Integral a la Niñez y la Adolescencia.
“Municipios Amigos de la Niñez y Adolescencia reconoce buenas prácticas locales como la sostenibilidad de la inversión municipal en infancia; la rendición de cuentas a la comunidad, incluyendo a niños, niñas y adolescentes; la promoción y protección de la participación infantil inclusiva en la toma de decisiones municipales, entre otras acciones”, indicó Obregón.
El vocero sentenció que el país urge de políticas públicas e inversión a nivel local que coloquen a la niñez en el centro, pero también es fundamental fortalecer procesos de participación ciudadana y juvenil para facilitar el monitoreo y control social a lo largo de la gestión de las autoridades elegidas.
“Para las nuevas autoridades, un gran desafío será asegurar que niños, niñas y adolescentes de sus municipios accedan a servicios básicos de calidad y cuenten con oportunidades de participación y desarrollo integral”, concluyó.