Entre sus distintas carencias, Paraguay se encuentra muy atrasado en accesibilidad para personas con discapacidad. Calles sin rampas, lugares sin espacios adaptados a sillas de ruedas y falta de intérpretes representan el verdadero compromiso que tiene el país con sus habitantes.
Un sinfín de casillas se anteponen a lo largo de las veredas, impidiendo la movilización de los ciudadanos, mientras calles con diversos peldaños que imposibilitan el caminar de los individuos. La mayoría de las ciudades del país se destacan con estas características, convirtiendo el territorio en uno intransitable para personas con y sin discapacidad.
De este modo, la nación obliga a sus propios habitantes a “adaptarse” a su entorno cuando debería ser al revés y los derechos de cada ciudadano tendrían que estar garantizados de manera categórica. Al respecto, Fabio Franco, responsable de los Servicios y Equipos de Rehabilitación de los Centros de Rehabilitación Integral Teletón (CRIT), habló de los diferentes tipos de accesibilidad en los cuales nuestro país se destaca, pero de manera carenciada.
“Siempre hablamos de un diseño universal: el contexto debe brindar oportunidades a todas las personas por igual. Acá se habla del modelo arquitectónico de un lugar: debe tener rampa, el baño debe estar adecuado, debe haber barras para sujetarse, etc.”, manifestó el experto, mencionando también la accesibilidad en la comunicación, lo cual puede permitir una mejor interacción social, así como la posibilidad de informarse.
Esto se refiere a las personas con discapacidad auditiva, por ejemplo, que quiera ver la televisión y debe contar con lenguaje de señas para estar al tanto de la información. Así también, los materiales para la vida diaria se encuentran en la línea de posibilitar o no el contexto de accesibilidad, como la adaptación de los cubiertos a la hora de comer, escribir, etc.
“Esto permite a personas con y sin discapacidad participar de una manera inclusiva en actividades diarias”, destacó el responsable de la rehabilitación, agregando que a través de estrategias de enseñanza, las personas con discapacidad pueden aprender, comprender y sobre todo desarrollarse como persona.
OBJETIVOS
Sobre cuál es la meta de las población con una mayor accesibilidad, Franco destacó que el principal objetivo se encuentra ligado con la independencia y autonomía para que las personas puedan participar en igualdad de condiciones en diferentes aspectos de la comunidad o entorno general y el desarrollo integral de las personas.
Al no existir accesibilidad en los diferentes contextos, ya sean sociales, educativos, culturales, laborales, deja de haber participación porque las personas se quedan penasando: ¿para qué voy a ir si no hay intérpretes, rampas, audiotextos, etc.?
“Nuestro país tiene una deuda enorme en materia de accesibilidad para personas con o sin discapacidad”, sentenció el responsable de los servicios del CRIT. Con respecto a esta realidad, Franco mostró cómo las imposibilidades recaen incluso en los centros de rehabilitación, pues cuando el niño crece y es adolescente, el propio traslado implica mucho riesgo.
Esto sin mencionar situaciones básicas como las personas que no pueden acceder a un baño porque su silla de ruedas resulta muy grande para el sitio o porque el baño no se encuentra adaptado, impacto así de manera directa en la calidad de vida de las personas con discapacidad.
“Y esto también afecta en el acceso a un trabajo digno porque, ¿cómo una persona puede acceder a un trabajo si todo representó una imposibilidad en su vida? Los accesos no son un favor, son un derecho y deben ser exigidos, desde el transporte, las veredas, hasta la formación. Cuando estás leyendo esto, debés preguntarte qué podés hacer para construir una sociedad más inclusiva”, resaltó.
