Periodista y Comunicador con énfasis en Derechos Humanos
Este domingo 1 de marzo, se recuerda el «Día de la cero discriminación» instalada desde el año 2013 por la ONU, para recordar y exigir la igualdad entre seres humanos. La discriminación en pocas palabras es «sacar derechos a una persona por el simple acto de ser distinto a los demás, tener otra elección sexual o elegir otra forma de vida a la aceptada comúnmente por la sociedad» en otras palabras ser la oveja negra de la familia, su efecto en las personas suele ser muy mala, pues al discriminar se anula a las personas en todos los sentidos de la vida, podría llevar a la depresión y hasta el suicidio. Las personas más vulnerables hoy en día son las personas LGBTI y las personas que viven con VIH, sin embargo también las mujeres siguen sufriendo discriminación de género y en muchos casos las personas de escasos recursos, los indígenas y las personas con alguna discapacidad.
Paraguay es un país que no protege a estas personas vulnerables, no existe una ley de protección contra la discriminación, violando incluso tratados internacionales. Nuestra constitución expresa que nadie será discriminado, sin embargo es muy general y no existen instituciones donde denunciar estos actos. Los sectores religiosos y llamados «pro» son corrientes que incitan en mayor medida el odio y la discriminación hacia las minorías, organizando marchas y lanzando mensajes de odio. La única ley en nuestro país que protege contra la discriminación y está reglamentada es la Ley 3940/09 que estable las medidas de protección hacia personas con VIH/sida. Mediante esta ley se pueden registrar, denunciar y sancionar una discriminación, la institución encargada es el Ministerio de Salud. Cualquier intento de tratar una ley contra la discriminación es truncada por grupos fundamentales y religiosos. El estado está hoy en día solo para algunos paraguayos, aplazado, un cero en discriminación.