El ministerio Público encontró elementos suficientes para formular imputación a Tamara Serrati, apoderada de Cargill en nuestro país, Alejandro Pozzo, encargado del área comercial de la misma compañía y Celio Ortíz, de la firma Ágape.
Se trata de una causa denunciada por la empresa de agronegocios La Paraguaya Express que entregó cargamentos de soja a la multinacional Cargill a través de una operación con otra empresa, es este caso Agape, que pese a estar quebrada seguía operando en un esquema comercial llamativo con Cargill.
Ejecutivos de La Paraguaya Express, habían acercado copias de contrato y otros documentos supuestamente incumplidos por parte de la multinacional Cargill y que guardan relación con la entrega de granos.
La Paraguaya Express trabaja con el rubro transporte de soja y había recibido un pedido de otra empresa acopiado AGAPE por alrededor de 650 mil dólares. Supuestamente La Paraguaya analizó la situación crediticia de Ágape para respaldar la operación ya que no estaba en condiciones. Esa garantía fue un documento de mandato de pago expedido desde Cargill, explicó la fiscala Elena Fiore en su momento.
Tras idas y vueltas, la denuncia por supuesta “estafa y otros”que supera los 650 mil dólares quedó firme en la unidad penal N.º 4 de la fiscala Elena Fiore,
Tamara Serrati, nos había remitido con el equipo de comunicación institucional de Cargill de modo a conocer la postura de la multinacional sobre el caso puntual. En conversaciones anteriores señalaron que no harían declaraciones públicas mientras siga el proceso en esfera penal.