Cristóbal admite que estuvo como en un estado de shock hasta esa noche. Un cúmulo de sentimientos abordó su cuerpo, asustado, con las manos temblorosas, aturdido, con la vacilación natural que se siente al abordar una nueva responsabilidad, pero al mismo tiempo agradecido por el reconocimiento de su trabajo evangelizador. El Papa lo había nombrado Cardenal.
El pa’i López, como le gusta que lo llamen en el dulce idioma guaraní, jamás creyó que iba a ser nombrado cardenal,
“hace un año y medio yo no era obispo” relata sorprendido durante una entrevista para Radio libre 1200 am. El arzobispo Cristóbal López conversó con el Papa Francisco por 50 minutos sin saber que sería el próximo cardenal. Se enteró del anuncio una tarde, luego de dar la misa en la Catedral de Rabat (Marruecos) donde es Arzobispo. Un amigo de Francia llamó para felicitarlo al escuchar en el Ángelus del Pontífice la designación de los nuevos cardenales: entre ellos el Pa’i López, un español naturalizado paraguayo.
Los primeros en habitar su mente tras la noticia fueron sus padres, que ya no están. Imaginó la felicidad de ellos por su nuevo logro. También recordó a la congregación salesiana, en España y en Paraguay, su familia espiritual con quienes descubrió la vida cristiana y quienes lo inspiraron a continuar la carrera de sacerdocio.
Badalona, Asunción, Rabat, Roma
El Arzobispo López cumplió de anfitrión del Papa Francisco cuando visitó Marruecos en marzo de este año. Comentó como anécdota que compartieron un viaje en un coche bastante humilde de la zona. Hasta ese momento apenas se habían cruzado el saludo pero la lengua
materna de ambos los acercó a una amena conversación en español, “tuvimos tiempo hasta de contarnos chistes” refirió. Aunque la conversación abordó distintos puntos, Cristóbal asegura que durante su charla el Papa no le comentó “absolutamente nada”, lo dijo entre risas y con asombro.
Naturalizado por elección
El pa’i Cristóbal no se olvidó del pueblo paraguayo, un país que robó su corazón en sus años de servicio. “Fueron 18 años y 15 días, me acuerdo de todo muy bien” rememora. Descendió un 15 de octubre de 1984, día de Santa Teresa de Jesús, y se despidió del país el 30 de octubre de 2002.
“Me siento paraguayo porque lo soy por adopción y por opción”
expresa convencido. De un pueblo pobre de Badalona, abocó su energía a la vida salesiana y eligió nacionalizarse paraguayo. Ya eran 18 años de servicio en el país. Más paraguayo, imposible.
Agradeció el aluvión de mensajes virtuales con buenos deseos y felicitaciones que recibió de Paraguay. Cristóbal espera la presencia de representantes connacionales para la ceremonia de consagración del próximo 5 de octubre en la ciudad del Vaticano. “Estaré muy feliz de saludar a representantes de Paraguay” señaló entusiasmado.
34 años tenía cuando fue asignado a cumplir su misión evangelizadora en Paraguay.
En diciembre de 2017 fue nombrado Arzobispo de Rabat y antes fue provincial salesiano en Bolivia.
No se muda al Vaticano. Seguirá siendo el arzobispo de Rabat. A su trabajo en la Arquidiócesis se añade el ir a Roma una o dos veces al año para reuniones que convoque el Papa.
PATRICIA GALEANO
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