Darío Arambulo
@derryarambulo
Fuertes crisis y escándalos de corrupción han obligado a una serie de cambios de autoridades durante el Gobierno de Mario Abdo. La crisis de la pandemia evidenció la debilidad institucional, acrecentó las denuncias, y obligó a adelantar pactos ante posibles escenarios adversos para el mandatario, según analista.
El sábado se cumplen dos años de la asunción de Mario Abdo Benítez al poder, y en estos años como presidente se vieron marcados por inestabilidad, crisis y cambios motivados pos escándalos. Según un recuento, desde el 15 de agosto del 2018 hasta ahora el mandatario cambió al menos a 14 de sus colaboradores en lugares esenciales, sin embargo sigue sosteniendo a otros de cuestionadas gestiones.
La primera gran crisis que se dio en la administración fue la firma del Acta Secreta de Itaipú de julio del 2019, hecho que movió el avispero político, pero que a pesar de tener una carpeta fiscal abierta, el Ministerio Público solo ha llamado a declarar a varios gerentes por largas horas y todo sigue igual.
Para la doctora politóloga Sara Mabel Villalba ese fue el primer escenario que obligó al presidente a bajar los decibeles de enfrentamiento con el cartismo, que luego derivó en la Operación Cicatriz y en el abrazo repúblicano entre Abdo y el ex presidente Horacio Cartes.
Esas crisis generada debido a la firma del acuerdo turbio implicó dos pedidos formales de juicio político para el presidente Mario Abdo Benítez y para el vicepresidente Hugo Velázquez, y el rechazo del juicio político fue posible mediante un pacto entre las facciones internas de la ANR, recuerda Villalba.
Incluso, en un principio los legisladores que responder al líder del movimiento Honor Colorado estuvieron en un principio a favor del juicio político. “La amenaza de un eventual juicio político solo se destierra mediante un pacto entre ambos sectores internos de la ANR, e incluso otros más”, menciona la analista, quien agrega que para aprobar un libelo acusatorio por mayoría absoluta de dos tercios se necesitaba 53 de los 80 diputados.
Como consecuencia de esos hechos hubo cambios en la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) con la renuncia de Pedro Ferreira, y luego de Alcides Jiménez; se cambió al ministro de Relaciones Exteriores, donde Luis Castiglioni abandona el cargo de canciller y vuelve a ocupar su banda en el Senado, y María Epifanía González abandona la Seprelad, porque su hijo, José Rodríguez González, popularizado como Joselo, estuvo implicado en las conversaciones.
Incluso, Abdo tuvo que cambiar a José Alberto Alderete de la dirección de Itaipú, pero quien meses después se volvió el cicatrizador de las relaciones entre Añetete y Honor Colorado.
CORRUPCIÓN AL DÍA
Para la doctora Villalba ya el segundo escenario de escándalos grandes de corrupción justamente se da en medio de la pandemia del Covid-19, y que resaltó la debilidad institucional del país. “Desde las primeras semanas de cuarentena se denunció la corrupción en compras de insumos sanitarios”, comenta la politóloga.
En este sentido menciona denunciadas compras sobrefacturadas por parte de Petropar y de la Dinac, que le valió el cargo a Patricia Samudio y Edgar Melgarejo, y luego con lo relacionado al cargamento de China para el Ministerio de Salud Pública (MSP)que adjudicó de manera directa.
Menciona que la Comisión Especial de Supervisión y Control de Compras COVID-19 informó que las 32 convocatorias del MSP estaban viciadas, y en este punto es claro, al mencionar que la saturación no es culpa de la relajación de las medidas, es por la falta de eficiencia gubernamental.
“Esto ha significado una pérdida de tiempo invalorable y que actualmente afecta a los hospitales y al personal de blanco y en consecuencia a toda la ciudadanía paraguaya. Si hoy día hay peligro de saturación del sistema sanitario, no es precisamente por la “relajación de la ciudadanía”, sino porque la gestión gubernamental en el área de salud fue deficiente”, menciona Villaba, haciendo mención a los informes de la Comisión y de la misma Contraloría General de la República.
ELECCIONES Y ENDEUDAMIENTO
Sara Mabel Villalba explica que el pacto que se dio entre HC y Abdo, representa una visión en dos sentidos, que es generar una unidad coyuntural con miras a las Elecciones Municipales del 2021, y de tener un apoyo dentro del Parlamento para la aprobación de nuevos préstamos como parte de la política económica ante la crisis de la pandemia.
“El hecho de que si el Poder Ejecutivo pretende contraer más deudas externas, como lo han manifestado algunos referentes, como mínimo el Presidente necesita contar con el apoyo de los integrantes de Honor Colorado, del ex presidente Horacio Cartes, y probablemente de otros sectores más”, mencionó la analista.
Es decir, esta alianza genera, además de la búsqueda de gobernabilidad, una especie de blindaje frente a posible escenarios adversos al presidente que puedan darse en la crisis y posterior a ella, puntualizó la politóloga.