Caracterizado como el trastorno que encierra una serie de otras afecciones, el síndrome de Borderline es conocido por presentar una completa inestabilidad en las emociones de las personas, influyendo también en las relaciones sociales, pero, ¿sabés cómo es padecer esta enfermedad que enmaraña tus ideas, percepciones y conductas?
La página web de profesionales médicos, denominada Mayo Clinic, explicó que una persona con el trastorno límite de la personalidad, también conocido como trastorno de Borderline, se caracteriza por impactar en la forma en que una persona piensa y siente acerca de sí mismo/a y de los demás.
El trastorno puede llegar a causar problemas para reinsertarse normalmente en la vida cotidiana y puede llegar a desarrollar problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento, aparte de establecer un patrón de relaciones inestables; se estima que el 2% de la población padece este tipo de trastorno, según la Asociación Americana de Psicología.
“El trastorno Borderline es uno de los que contiene un conjunto de trastornos, signos y síntomas en sí mismos, por lo cual resulta muy complejo. El acompañamiento terapéutico será esencial y generalmente el trastorno es tratado con la dialéctica intelectual”, caracterizó la licenciada en psicología clínica, Gloria Petters.
Continuó explicando que quien lo padece es una persona cuya sintomatología le lleva a ser alguien doliente, pues el trastorno contiene un componente bastante perturbador, por llevar al límite todas las situaciones atravesadas.
Licenciada Gloria Petters
¿PUEDO CONTINUAR NORMALMENTE?
La licenciada dijo que al llevar todas sus emociones y vivencias al límite, la persona que padece del síndrome de borderline padece por un sufrimiento real y arrastra a ello al entorno con el cual convive.
Sin embargo, esto no quita el hecho de que una persona es capaz de vivir su personalidad de la mejor manera en que le parece. Dentro de la serie de emociones se destaca una persona hipomaníaca, superproductiva, también tiene un poco de narcisismo para manejar a las personas a su antojo.
El trasfondo no impide que las personas socialicen de la manera en que lo hacen, pues se sigue desarrollando, tratando de interactuar con los demás individuos, pero al mismo tiempo puede existir cierta perversidad dentro de su personalidad por su desequilibrio químico que no puede dominar.
“Este desequilibrio domina a la persona y por ello es importante hablar de la relevancia de un buen acompañamiento psicológico, que permita un buen diagnóstico para salir adelante y así poder entender que la persona trata de regular sus actitudes”, indicó la profesional.
Petters dijo que se entiende por normalidad que una persona no genere ningún problema o dificultad en su entorno y para la especialista es posible llegar a alcanzar este punto de estilo de vida.
TRATAMIENTOS
Este tipo de trastornos son acompañados con medicamentos, pues se sigue todo un proceso farmacológico, aparte de la atención psicológica y psiquiátrica en su conjunto, por todo lo que deriva del síndrome de Borderline.
“Durante todo su proceso de tratamiento, la persona deje estar acompañada por psicólogos y psiquiatras. Las atenciones profesionales tienen el objetivo de que las cirugías sirvan a la persona para que se conozca un poco más a sí misma a través de la psicoterapia”, así la persona regulará de una mejor manera sus emociones.
Todo el trabajo llevado a cabo corresponde a una correcta autorregulación emocional que se logrará por medio de la capacitación precisa de los profesionales capacitados en terapias especiales para aplicarlas de manera efectiva a quienes padecen este tipo de trastornos.
“No debemos olvidar las medicaciones para casos específicos en que se desatan compulsiones por parte de quien padece el trastorno, que nuevamente lo llevan al límite. La medicación ayudará a trabajar directamente sobre la estabilización de su estado de ánimo”, explicó la psicóloga.
Entre los signos y síntomas pueden encontrarse: un miedo intenso de abandono, un patrón de relaciones intensas inestables, períodos de paranoia relacionada con el estrés, comportamiento impulsivo y riesgoso, amenazas o conductas suicidas o autolesiones, etc.