Seguramente te has dicho internamente alguna vez: “juro que mis llaves estaban acá hace 1 minuto”, “creo que mi teléfono lo puse por allá, pero ya no está”, “¿por qué no puedo recordar dónde puse mi billetera?”.
Esas son expresiones muy familiares, casi diarias, que nos han llevado a desear incluso a tener “una recordadora” como la de Neville Longbottom en Harry Potter, pero, lamentablemente, Hogwarts no existe y es por eso que te contamos por qué podrías estar un poco más distraído de lo habitual.
Además, es importante que conozcas cómo debes trabajar en rutinas que eviten que tengas un colapso cuando no recuerdes dónde dejaste tus pertenencias. La psicóloga Gloria Petters comentó que la función principal de la mente es la retención, por ende, olvidar es un aspecto no normal de la mente. Cuando ocurren situaciones de distracción frecuentemente, hay que empezar a hablar por factores estresantes.
“Si no estamos en presencia de algo patológico, o sea, una enfermedad neurológica, puede haber una pérdida de memoria por estrés, y unos tips para sobrellevar eso pueden ser, primeramente, detenerme, hacer un stop donde esté y empezar a recordar qué hice con anterioridad para saber dónde está tal cosa”, aseguró la especialista.
Una explicación a esa pérdida constante puede ser que no estamos plenamente concentrados en lo que estamos haciendo, la mente está trabajando sobre un problema que prioriza. Esa dispersión supone un obstáculo para el almacenamiento, conservación y recuperación de la información.
Es necesario también deshacerte de todas las capas de enojo, frustración, baja autoestima, y llegar a la realidad fundamental de lo que estás tratando de hacer, que es prestar atención a lo que estás haciendo.
Mencionó que muchas personas suelen decir que cuando cambian el auto del lugar donde frecuentemente estacionan, ya se les pierde y es que no están actuando de forma consciente, sino que lo hacen en piloto automático.
“Hay que tomar contacto con mi conciencia, posesión de lo que hago, y salir del piloto automático. Nuestras actividades se deben hacer más pausadas, en el momento presente, no adelantarse a los sucesos, no hay peor mente olvidadiza que una mente ansiosa”, refirió la psicóloga.
ALGUNOS CONSEJOS
El sitio Yahoo Health propone una serie de consejos para no perder las cosas: La mejor manera de solucionar un problema es la prevención y, en este caso, todo se reduce a prestar más atención y ser más metódicos. Un truco que ayudará a evitar molestas pérdidas es tener un lugar para guardar cada objeto.
Según la publicación, es muy habitual que cuando perdamos algo nos pongamos como locos a buscar por toda la casa, sin embargo, con esta actitud visceral solo conseguiremos ponernos más nerviosos y dedicar más tiempo del debido hasta que se nos iluminó la bombillita que nos recuerde dónde lo hemos dejado.
Sería bueno revisar si está escondido en el lugar correcto, pues en muchas ocasiones echamos un vistazo superficial, cuando realmente lo que se necesita es ser observador, así como reflexionar sobre todo lo que hemos hecho e ir desandando el camino para ver si encontramos el objeto extraviado o, al menos, nos venga a la cabeza alguna idea de dónde puede estar.
MANERAS DE MEJORAR LA MEMORIA
- Dormir bien y lo suficiente, para no estar cansados y también para darle oportunidad a nuestro cerebro de que procese la memoria desde el «almacén temporal» de la memoria a corto plazo al «almacén permanente» de recuerdos a largo plazo.
- Llevar una dieta saludable. La única dieta que se ha demostrado repetidamente que es beneficiosa para el cerebro, por tanto, para la memoria, es la mediterránea, que incluye regularmente pescado, aceite de oliva, aguacates, frutas y vegetales, nueces, legumbres y cereales enteros.
- Hacer ejercicio: Puede ayudar a mejorar el estado de ánimo tanto como cualquier antidepresivo, también desencadena factores de crecimiento en el cerebro, algo que puede aumentar el tamaño del hipocampo, que es la parte donde se forman los nuevos recuerdos.
- Implementar trucos y técnicas para recordar datos mejor. Por ejemplo, para recordar nombres de personas ayuda repetir el nombre en voz alta, pensar en conceptos o personas relacionadas con ese nombre o crear una imagen mental de sus iniciales.
Andrew Budson, profesor de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Tomado de BBC Mundo)