Ciudad Inteligente se denomina a aquella que usa el potencial de la tecnología y la innovación, junto al resto de los recursos, para promover de forma más eficiente un desarrollo más sostenible. Y en definitiva, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Este tema fue abordado por Luis Castiella, director de la Diplomatura de Ciudades Inteligentes de la Universidad Católica de Córdoba, y director de la Escuela de Ciudades y Gobierno de la Universidad de la Ciudad de Buenos Aires, durante una entrevista para el canal 5Días.
El catedrático explicó que el término innovación, no solo está ligado al concepto de “Ciudades Inteligentes”. Sino que la misma fue el motor que dio vida a las primeras ciudades en la historia humana.
Señaló que hace 5000 o incluso 10.000 años, el motivo que la ciudadanía establezca ciudades no fue para defenderse de peligros externos como se cree. Sino que fue la creación de una innovación como la agricultura.
“La agricultura obligó al ser humano a ser sedentario para adecuarse a los tiempos de cultivo. Esa fue la innovación tecnológica y a partir de ahí la evolución de la humanidad”, rememoró.
Resaltó también que la tecnología permite multiplicar las posibilidades de mejorar. Siempre y cuando se use de forma inteligente.
LA VIDA ES EN LAS CIUDADES
El entrevistado explicó en otro momento, que las personas viven en las ciudades, no en los países. Y que para que sus condiciones de vida mejoren, deben mejorar las ciudades más que sus propios países.
“Una gestión de crecimiento debe estar centrada en los territorios, en las ciudades. Los países le dan poco presupuesto y poco margen de decisión”, cuestionó.
Trasladando el problema a Paraguay, se puede ejemplificar perfectamente con lo que pasa en Asunción. Al intendente Óscar Rodríguez se le exige ciudades limpias, calles sin baches y tránsito despejado. Es decir, el “bacheado” es la máxima responsabilidad que se le exige al jefe comunal.
Sin embargo, para llegar a ser una “Ciudad Inteligente”, la capital del país debe ser autónoma con mucho más presupuesto. Y buscar soluciones mucho más importantes que el simple recapado asfáltico.
Además, para que Asunción mejore deben mejorar las ciudades del área metropolitana. Estas, deben dar empleos a sus habitantes para que estos no colapsen las calles de la capital. Sin embargo este cambio en el concepto político no es tan sencillo.
“Esto genera tensiones políticas entre ciudades y gobierno. La agenda de las ciudades es de crecimiento y desarrollo diferente a la de los países”, explicó el catedrático.
EFECTO EXPANSIVO
Castiella explica que el hecho de mejorar una ciudad en base a la innovación y al talento, no solo beneficiará a sí misma, sino a muchas otras ciudades.
Citó el ejemplo de Buenos Aires. Una ciudad con muy buena calidad de vida. Sin embargo está rodeada con ciudades muy pobres. Señaló que sí la capital argentina sigue por el sendero de “Ciudad Inteligente” no solo mejorará la calidad de vida de las citadas ciudades sino que también mejorará las condiciones incluso de muchas ciudades de Paraguay. Al dar trabajo a su población.
“Económicamente las Ciudades Inteligentes tienen un efecto más allá de su territorio. Buenos Aires puede beneficiar hasta a Asunción, con demanda de productos, albergar gente y más. Es un motor de desarrollo”, expresó.
Finalmente instó a copiar las buenas prácticas y llevar a las demás ciudades. También como método de ir replicando de apoco el modelo de “Ciudades Inteligentes” a más distritos.
