Muchos de ustedes sabrán muy bien a lo que me refiero, resulta increíble que pese a
que, en los últimos años, varias empresas de transporte público hayan introducido
vehículos nuevos a su servicio, muchas de ellas continúen utilizando algunos modelos
antiguos que, por lo visto no reciben ninguna clase de mantenimiento o cuidado. Lo
único que consiguen es poner en riesgo la vida de los usuarios que utilizan los buses
diariamente por los motivos que sean, como asistir al colegio, facultad o trabajo.
El problema no solo termina ahí, en algunos casos, los ciudadanos que utilizan el
transporte público deben de lidiar con la apatía de muchos, no todos, choferes nada
amigables que evidentemente están apurados por cumplir con su itinerario en el
tiempo establecido. Los buses chatarra que continúan circulando por nuestras
ciudades y barrios, son ejemplo de la negligencia y falta de inversión. Muchos de estos
vehículos cuentan con décadas de antigüedad y para nuestra mala suerte, seguirán de
esa forma.
Los problemas no se detienen simplemente en lo que podemos ver superficialmente al
subir a un bus de esos. Lo peor podría no notarse a simple vista, como frenos
defectuosos o sistemas de dirección inestables. Todo esto equivale a jugar ruleta rusa
en cada viaje en el que confiamos ciegamente nuestra seguridad, nuestra vida a la
empresa y al chofer. El viaje en chatarra también resulta muy nocivo para la calidad
del aire que respiramos, ni hablemos de la notoria contaminación sonora que
producen.
Aquí en Paraguay y ente caso, específicamente en la ciudad de Asunción donde más
buses se usan por día, ¿quién no se ha discutido dentro o frente a un bus por asuntos
relacionados a la seguridad ciudadana? Muchas veces creemos que los choferes son
los únicos responsables; cuando los supervisores no cumplen muchas veces su labor
de revisar si el vehículo se encuentra en condiciones óptimas para salir de la parada
base. Es hasta obvio que nos cuestionemos si vale la pena el precio de los pasajes.
Lo que más llama la atención es que incluso los buses nuevos, introducidos apenas
hace un par de años, ya se notan muy castigados, lo que simplemente destaca la
carencia total de reparaciones y servicios técnicos mínimos. Estas problemáticas
lastimosamente tienen pinta de no terminar en un futuro cercano. Por el bien mayor, es
importante que los ciudadanos nos involucremos y exijamos tanto al gobierno como a
las empresas, mejoras necesarias en el servicio del transporte público y evitar
tragedias que podríamos lamentar.

Licenciado en ciencias politicas, editor y comunicador