La representante nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Rocío Galiano, afirmó que si bien no hay mucha información en el país, a través de los registros administrativos de estadísticas vitales en el Registro Civil, de la Encuesta Permanente de Hogares, de la Dirección de Estadísticas, y una encuesta realizada en el año 2016 por el Ministerio de Salud, en el 2018 casi 2.500 personas de 15 a 19 años contrajeron matrimonio legalmente, de estas, el 82% fueron mujeres.
Asimismo, el total de matrimonios ese año fue de 19.600, entonces, aproximadamente el 12.7% de ellos corresponden a personas de 15 a 19 años. “De estas niñas formalmente unidas en matrimonio, más del 80% está con hombres de 20 años o más, los varones en su mayoría superan a las niñas, solamente el 14% son adolescentes que tienen su mismo rango de edad”, refirió.
Con respecto a las uniones de hecho, resaltó que en ese mismo año hubo 41.308 uniones de personas de 15 a 19 años, el 72% corresponde a mujeres, y se dan en mayor medida en el área rural.
Galiano agregó que a pesar de que se modificó el código penal en 2017 estableciendo que todos aquellos hombres parejas de menores de 14 años deben ser imputados por abuso sexual o que incluso el código civil en el 2015 fue reformado y dice que ninguna persona puede casarse legalmente si tiene menos de 18 años, y con excepciones a partir de los 16, esta situación se da de forma casi habituall en el Paraguay.
Otro factor que afecta es el nivel de educación y situación social . “Las consecuencias que se dan en estas niñas y adolescentes son grandes, desde daños físicos, emocionales, comprometen el futuro. También trae consecuencias económicas en términos de desarrollo del país. Estas niñas que se unen o se casan de manera temprana dejan la escuela, dejan de prepararse para el futuro, tener un trabajo digno e insertarse de manera formal y productiva al mercado laboral. En general se embarazan de manera temprana, tienen más de un hijo y al no estar preparadas sus vidas y las de sus bebés corren peligro”.
Además habló del derecho que ellas tienen a tomar decisiones sobre sus propias vidas y su futuro. “Esta es una tarea de largo aliento, construir entre todos sociedades más paritarias, más igualitarias, donde una persona por el hecho de ser niña no tenga menores oportunidades que el varón. El otro frente es que tengamos instituciones rectoras fuertes que puedan trabajar en garantizar esta igualdad de oportunidades. El Ministerio de la Niñez y el de la Mujer están trabajando con presupuesto limitado y deben ser fortalecidas con esta mirada”, acotó Galiano.
Finalmente, resaltó que las leyes son importantes y deben ser cumplidas. Aseguró que se necesita un Poder Judicial fuerte, y la vigilancia de la ciudadanía para que esta legislación se cumpla. Hay que visibilizar la problemática y no considerar que son situaciones normales.
“No es normal que una niña de 12, 13, 15 años conviva en pareja comprometiendo su futuro, su bebé y la propia sociedad. Es fundamental que tengan información oportuna para tomar decisiones. Está demostrado que aquellos niños que reciben educación sexual de acuerdo a su edad, a lo largo de los años tienen un inicio tardío en sus relaciones sexuales, tienen la capacidad de tomar decisiones sobre su vida productiva y reproductiva, pueden evitar las infecciones de reproducción sexual o si evidencian situación que las obliga o impulsa esa unión tomar las medidas y a buscar ayuda”, concluyó Galiano.
INCIDENCIA DE LA COVID
El informe 2020 destaca que la pandemia de COVID-19 está interrumpiendo los programas para poner fin a la mutilación genital femenina. Como resultado, 2 millones de niñas más en el mundo podrían sufrir daños en el transcurso de la próxima década.
La COVID-19 también afectará los esfuerzos para erradicar el matrimonio infantil, lo que de manera potencial se traduciría en 13 millones de matrimonios infantiles adicionales entre 2020 y 2030. Además, mientras la pandemia continúe, el número de mujeres que no puede tener acceso a planificación familiar, que enfrenta embarazos no planeados, violencia por razón de género y otras prácticas nocivas podría dispararse en los próximos meses.
¿QUÉ HACER?
Un cambio real en la vida de millones de niñas solo puede darse en la medida que ellas tengan los mismos derechos y oportunidades que los niños. El informe de UNFPA propone las siguientes estrategias:
– Las comunidades deben apoyar la igualdad de derechos para las niñas de modo que no abandonen sus estudios, se preparen para el empleo, aprendan acerca de sus opciones y puedan definir su futuro.
– Los gobiernos precisan honrar los acuerdos internacionales que han suscrito para proteger los derechos y las libertades reproductivas de las niñas y poner fin a la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
– Los hombres necesitan usar su privilegio para aumentar el valor de las niñas en el mundo entero y exigir un trato equitativo para las niñas y los niños.
– Las economías y los sistemas jurídicos deben garantizar a todas las mujeres la igualdad de oportunidades para construir una vida basada en la igualdad, la autonomía, la dignidad y la libertad de decidir.