jueves, abril 25, 2024
29.2 C
Asunción
InicioSin categoríaBurla sangrienta

Burla sangrienta

Categoría

Fecha

Ambos ministros, ella de la Corte Suprema y él del Poder Ejecutivo, se presentaron en sociedad diciendo que “el derecho de propiedad es de rango constitucional y debe ser respetado”. Chocolate por la noticia. Finalmente, después de años de permitir el pisoteo y avasallamiento del derecho de propiedad con el tristemente célebre “protocolo de procedimientos para casos de desalojo”, el ministro del Interior vé la luz y cae en la cuenta de que el tal proto­colo (sic) “establecía procesos que impedían que la norma (la ley) se aplicara en forma inmediata (el desalojo), dejando la impresión de que surgían derechos en favor de quienes no los tenían y obligaciones para quienes sí tenían derechos…”. Tardaron un poco en darse cuenta, ya que el citado mamarracho lleva seis años de vigencia: 6 de agosto de 2013. Fue el salvavidas para una policía más alineada con invasores y merodeadores que garantía de protección para la propiedad privada, además de convertirse en herramienta de campaña para demagogos y populistas a la hora de prometer lo que jamás van a cumplir.

Durante la vigencia del esperpento se come­tieron mil y una tropelías en propiedades pequeñas, medianas y grandes. Hubo bloqueo de cosechas, quema de cultivos, destrucción de maquinarias, tiroteo a tractoristas e invasión de propiedades a mansalva. La mayoría de esos atropellos fueron patrocinados por políticos con cargos públicos –intendentes, concejales, diputados, senadores y funcio­narios de rangos diversos- a sabiendas de que la policía tardaría en aparecer, el fiscal se daría su tiempo para actuar y el juez demoraría a voluntad la orden de desalojo. Y por último, estaba el “protocolo” para enfriarlo todo y convertir la ley en un trapo de piso, sin valor alguno. Esta cadena de colusiones no sólo fue un paraguas protector para el asalto a la propiedad privada sino que generó toda una conducta violenta y de prepotencia sin precedentes por parte de usurpadores profesionales que sabían que no serían tocados por la “autoridad”.

Todo este desquicio institucional no se reme­dia con una conferencia de prensa. Alguien debe rendir cuentas del rosario de atropellos a que ha dado lugar. No alcanza con caras compungidas y declaraciones rimbomban­tes. ¿Qué buscan, felicitaciones, aplausos?

Basta de tomarle el pelo a una sociedad harta de improvisados, aventureros y oportunistas.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.