Brasil publicó ayer una nueva resolución por la cual se amplía hasta el 5 de noviembre el cierre de la frontera brasileña.
Sin duda llama la atención la medida brasileña atendiendo a que el presidente Jair Bolsonaro y Mario Abdo Benítez aseguraron que el Puente de la Amistad sería reabierto el 15 de octubre.
Los presidentes de Paraguay y Brasil, Mario Abdo Benítez y Jair Bolsonaro habían conversado telefónicamente para analizar la fecha de reapertura del Puente de la Amistad, que une a los dos países a través del río Paraná, clausurado por la pandemia desde hace seis meses, y el paso fronterizo une la Ciudad del Este (Paraguay) con Foz de Iguazú (Brasil), en la triple frontera donde también se encuentra Puerto Iguazú (Argentina).
Ambos mandatarios “mantuvieronuna conversación telefónica para acordar los detalles finales para una apertura gradual de los puestos fronterizos”, sin embargo eso no sucederá. Abdo dijo a Bolsonaro que está preparado para la reapertura en base a un plan experimental de tres semanas “solo para actividades comerciales”. En Paraguay se habilitará un cordón sanitario desde la cabecera del puente y hasta un radio de 30 km dentro del territorio, como medida de prevención de contagios. “El presidente Bolsonaro manifestó que están a la espera de los informes de las instituciones técnicas competentes para concretar la habilitación”, agregó el comunicado.
El Puente de la Amistad es la principal puerta de entrada y salida de Paraguay, país mediterráneo. En tiempos normales ingresan por esa vía entre 15.000 y 20.000 personas diariamente.
Colapso económico
Alto Paraná, tras convertirse en el primer epicentro de la pandemia del covid-19 en el país, experimenta un descenso en su curva de contagios, y mantiene similitudes con la ciudad brasileña de Foz de Yguazu.
“La situación honestamente es calamitosa, hay más de 50.000 afectados, comercios cerrados y se vive prácticamente de ollas populares”, indican los esteños. La situación a la que se enfrenta la ciudad de Foz Iguazú por la crisis sanitaria, ha impactado de forma negativa en Ciudad del Este, pues el comercio suele ser muy fluido entre ambas ciudades. Los empresarios de la región buscan una luz en medio de toda la crisis, a la par que exigen medidas rápidas y suficientes por parte del Gobierno.