Julio Borba, ministro de Salud, descartó el retorno a la cuarentena estricta. Señaló que se sentarán a evaluar que más pueden hacer. Dijo que van a analizar las medidas que pueden tomar para mitigar el impacto de la pandemia. Esto, durante una rueda de prensa desarrollada ayer en el Palacio de López.
Idalia Medina, presidenta de la Asociación de Médicos del Alto Paraná (AMAP), lamentó que el Gobierno ya no tiene la altura moral suficiente para declarar una cuarentena total.
“Como personal de salud debemos apechugar todo esta cuestión. Cada vez la situación está más difícil. Ayer perdimos un colega joven. Están agotados física y mental mente. Un cuadro depresivo que algunas veces tienen desenlaces fatales”, señaló.
Es el segundo médico que perdieron. Un enfermero más se suma a la lista. Medina señaló que por pedido de los familiares no pueden divulgar los nombres. Los mismos recibieron tratamiento psicológico pero esto no basta cuando sobrepasan sus capacidades.
“No sé lo que va a pasar con esta cuestión. Aportamos por la única cosa que no puede salvar que es la cuarentena total. Pero no sabemos si el gobierno podrá responder. La gente perdió credibilidad”, expresó.
Uno de los médicos falleció hace dos meses. El enfermero por su parte intentó quitarse la vida, trataron de reanimarlo en terapia intensiva pero no lo lograron el pasado fin de semana. Mientras que el martes, otro joven médico se quitó la vida. Con esto suman tres profesionales. Todos en el Alto Paraná.
“No es fácil ver morir a 10 a 15 personas al mismo tiempo. No es para cualquiera esta profesión. Es muy difícil esta situación. Está todo desbordado. La gente al esperar una cama de terapia intensiva ya va muriendo”, comentó.
RENUNCIAS
Medina dijo que existe un Departamento de Salud mental donde acuden los colegas. Detalló que algunos quieren renunciar porque no aguantan más. O piden traslados para salir del área de contingencia. Así se le trata de dar vacaciones o permisos. Pero no se obtienen relevos por las amenazas que reciben constantemente.
“Principalmente para los que están en pabellones de contingencia. Recepcionando a los pacientes que van llegando en mal estado en general. Donde necesitan de unidades de terapia intensiva pero no se cuentan con esos insumos. Ver morir a los pacientes no es fácil”, expresó.
La médica dijo también que la situación es peor que en la primera ola (julio – agosto) porque por más que se tengan más camas, los profesionales cada vez son menos.
Debido a las multitareas que realizan estos profesionales, por cada fallecimiento de un profesional de blanco equivale a tres pacientes menos en ser atendidos.
“Los cuadros depresivos. Incluso los que estuvieron contagiados tienen una alteración emocional. Quedan con miedo. Se te mueren en tus manos. Se quedan con esa secuela. La gente ni siquiera dimensiona lo que el personal de salud pasa con esta pandemia. Si dependía de nosotros volvíamos a la cuarentena total”, señaló.
AMENAZA DE MUERTE
Ayer martes, la Asociación de Médicos del Alto Paraná, se manifestó en repudio de la amenaza de muerte que recibió un doctor del Hospital Regional por parte de un hombre que solicitaba una cama de UTI para su madre. El médico afectado fue Enrique Maldonado.
Al respecto Medina señaló que sus colegas son “carne de cañón”, debido a que reciben agresiones físicas y verbales. Hasta amenazas de muerte.
“El culpable es siempre el culpable. Si hay alguien a quien culpar es al Gobierno, al sistema de salud podrida que tenemos desde hace décadas”, señaló.
Hay médicos que tienen tres vinculaciones. Es decir tres puestos de guardia que atender en el sector público. Además también trabajan en el sector privado ante la escasez de profesionales del rubro en todo el país.
