La bajante del río Paraguay es un problema histórico que preocupa a todos los sectores. No se tiene un pronóstico exacto de cuándo volverá a recuperarse el nivel, y solo en la Bahía de Asunción, se retiran toneladas de basura que afectan grandemente al ecosistema, de ahí la importancia de insistir en la concientización a la ciudadanía.
El director general de Protección y Conservación de los Recursos Hídricos del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), David Fariña, afirmó que la principal consecuencia es la parte estética, cualquier persona que se acerque puede ver un montón de residuos sólidos que pueden ser restos de comida, cartones, botellas, etc.
También se evidencian residuos líquidos que son depositados por las casas particulares o empresas a los causes. “Esto no puede ser, las empresas deben contar con una planta de tratamiento y las casas conectarse al sistema de alcantarillado sanitario”.
Las principales consecuencias de arrojar las basuras es que el cauce no corre y se tranca en algunos tramos, se queda sin escurrir en otros tramos.
“La materia orgánica que se descompone, incluso hasta animales muertos que tiran a los cauces, consume el oxígeno y peligra la vida de los peces, pequeños anfibios, reptiles que hacen ahí su vida cotidiana. Es un gran daño al ecosistema. Las personas tiran sus residuos y ya no los ven más, pero la disposición final es en los cauces hídricos”, mencionó Fariña.
Agregó que en todo el asunto hay mucha responsabilidad de las personas, pues no son las instituciones las que tiran los desechos, sino los mismos ciudadanos que por no caminar unos pocos metros para depositar adecuadamente en contenedores, tiran desde el portón de sus casas en diferentes arroyos.
“Las personas tiran su basura en los raudales y es un hábito que tenemos los paraguayos. Probablemente es normal en Latinoamérica. Debemos tener una responsabilidad como ciudadanos y que las autoridades identifiquen a esas personas y multarles, hay mucho rendimiento en ese sistema”.
También tiene mucho que ver la debilidad que tiene la institución municipal y no solamente de Asunción. “El sistema de recolección de basura que es responsabilidad de ellos, tiene que ser eficiente. En muchas campañas de concienciación que llevamos a cabo en Areguá, San Antonio y otros sitios, los vecinos hablaban de la debilidad de la institución municipal, tienen que ser más fuertes en el sistema de recolección de basuras en todos los barrios”, aseguró.
Además, existen barrios que son asentamientos, que no están formalizados, y los servicios no llegan a cabalidad. “Hay que hacer un trabajo social de equipamiento de servicios”.
Finalmente, mencionó una sequía importante, pues las lluvias ya no son tan regulares como años atrás.
LA BAJANTE DEL RÍO
El aumento del nivel depende de las lluvias. Desde el punto de vista económico impacta en el comercio, en el costo de productos, varios de ellos no podrán llegar a tiempo y otros quedarán estacionados en los puertos, situación que producirá escasez.
Desde el punto de vista social esta situación provoca problemas de operatividad en las costas de embarque y desembarque, en la navegabilidad de las barcazas por la presencia de islas o banco de arena y de la transportabilidad de los barcos que se dificulta por el calado operativo que será menor.
Por último, desde el punto de vista ambiental, existen daños colaterales al ecosistema costero y acuático con pérdida de biodiversidad y aumento de especies vegetales invasoras que aparecen durante los proceso de bajantes extendidos.
Mientras que no se corrija la forma en que vive el hombre con un consumismo brutal exigiendo cada vez más de la naturaleza, generando deforestaciones masivas, utilizando energías no renovables que alteran el equilibrio del ambiente, y compitiendo con los demás especies que ocupa la tierra, superando la capacidad de resiliencia del globo, será imposible lograr el tan mentado desarrollo sustentable, que permitiría tener esperanza de volver a tener el equilibrio ambiental del planeta.