Por Benjamín Fernández Bogado
El gobierno debe asumir sus responsabilidades. Han pasado cinco meses desde que se congratuló por haber sido de los primeros países en el mundo de haber establecido una cuarentena rápida. Al principio los números eran muy positivos y cada día que pasaba la figura del ministro de Salud y del propio presidente Abdo crecían, cuando iban también aumentando el número de muertos en países en donde había habido una reacción en contra a la posibilidad de una cuarentena por los altos costos económicos que esto suponía. Brasil, Estados Unidos, México, por citar solo algunos de los países que tuvieron actitudes distintas, comenzaron a contar muertos en cantidades importantes.
El Paraguay, después de cinco meses, comienza a sentir los efectos en un tiempo completamente diferente al estado inicial. Siete muertos en el día de ayer. Marca toda una cantidad récord si comparamos con todos los días y meses anteriores. Y lo peor. No hay un grado de asunción de responsabilidad por parte del gobierno de las cosas que no se hicieron bien durante estos cinco meses. No se preparó al país en términos sanitarios. No se usaron los recursos para dicho propósito. Nos hemos visto castigados por la fracasada compra de insumos médicos desde China.
Todo esto ha llevado a una situación de descreimiento y a tamizado de irresponsabilidad la tarea y la función del gobierno en este instante podría decir vamos a retornar a lo mismo. Pero ya no tendrá la altura moral que pudo haber tenido aquel 11 de marzo, cuando se inició la cuarentena completa en el país. Es el tiempo de asumir serenamente la responsabilidad en este caso. Pedir disculpas, hacer actuar los niveles de justicia y aumentar los claros ejemplos de eficacia al interior de un deteriorado sistema sanitario que tiene el Paraguay en este momento. No podemos seguir viviendo de lo que fue el inicio de la pandemia sin asumir las responsabilidades actuales, porque solo los familiares hoy lloran a los muertos de los que incluso no pueden despedirse, como ha sido la norma tradicional en nuestra cultura.
