Los argentinos comenzaron a votar el domingo en unas primarias que decidirán postulantes a la presidencia y darán una pista sobre el resultado que arrojarán los comicios generales de octubre, en medio del fastidio de la población por una larga crisis económica.
La oposición de centroderecha, favorita para las elecciones presidenciales, definirá a su candidato en una reñida disputa entre el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y la exministra Patricia Bullrich, que representa a la más radical de la coalición Juntos por el Cambio.
La relevancia de las primarias, sin embargo, excede esta puja, ya que el postulante del oficialismo de centroizquierda, el ministro de Economía Sergio Massa, estará expectante del caudal de votos que logre para conocer las chances reales que la alianza peronista Unión por la Patria tiene de mantener la presidencia.
Además, el desencanto con la política clásica disparado por una inflación anual del 116% y una pobreza cercana al 40% mejoró las posibilidades del ultraliberal Javier Milei, cuyo potencial concreto se conocerá en estas elecciones conocidas localmente como PASO.
“Se debería esperar una abstención más alta, quizá también más voto en blanco. Estamos teniendo una advertencia en ese sentido en las elecciones provinciales desarrolladas hasta acá”, dijo a Reuters el analista político Carlos Fara.
“El elemento más difícil de medir es el desempeño de Milei, porque es un fenómeno que no viene de la política”, añadió.
El futuro presidente se encontrará con un desolador panorama financiero: la escasez de divisas ha dejado prácticamente vacías las arcas del banco central y el país mantiene hace años una deuda de 44.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Estoy pensando en votar en blanco o a algún partido que no sume votos. Ningun candidato me convence del todo”, señaló Micaela Panzera, una empleada de 22 años de una firma alimenticia.
Según la mayoría de los sondeos, la competencia electoral acabaría por definirse en un balotaje en noviembre, ya que ningún postulante parece arrastrar suficientes votos como para lograr la presidencia directamente en la primera rueda de octubre.
“Todavía no sé a quién voy a votar y creo que estamos todos en la misma: ya nadie vota por pensamiento o afinidad política, es todo voto castigo”, señaló Cristian Guardo, de 45 años y supervisor en una firma alimenticia.
Los centros de votación cerrarán a las 18:00, hora local (21:00 GMT), y los primeros resultados se esperan para las 21:00.