En estos tiempos difíciles, los adultos mayores se encuentran en la mayor situación de vulnerabilidad, ya sea por sus condiciones biológicas o sociales, al vivir en situaciones de riesgo determinadas por los recursos personales, económicos, del entorno, familiar, comunitario, y de acceso a los servicios de salud.
La pandemia les obligó a distanciarse de sus familiares y mantener el mínimo contacto con estos para poder mantenerse a salvo. Diferentes entidades estatales y organizaciones se mantienen dando apoyo a los abuelos y abuelas que más lo necesitan.
La jefa de la Unidad Técnica de Adultos Mayores de la Municipalidad de Asunción, Teodora Ferreira, comentó que vienen trabajando a nivel intersectorial en estos momentos. La semana pasada tuvieron un primer encuentro pensando en una política municipal para el adulto mayor.
Convocaron a la XVIII Región Sanitaria, al IPS, que cuenta con programas dedicados a esta población, y al Instituto de Bienestar Social con su Dirección de Adultos Mayores, el ente rector.
“Queremos brindar un servicio de salud más adecuado e inmediato porque generalmente trabajamos muy distanciados, pensando en sus condiciones de vulnerabilidad, buscamos esa posibilidad de compartir las acciones y crear una red intersectorial para los cuidados en tiempos de Covid”, afirmó.
Agregó que tratan de trabajar en los barrios precarios para que el adulto mayor pueda llegar a tiempo a un centro asistencial. Mencionó que el IPS también impulsa programas como Medicasa o Autofarma donde puede acercarse a retirar sus medicaciones.
Además, incorporaron actividades virtuales para el uso del tiempo libre con el objetivo de que ese adulto mayor que maneja la tecnología mínimamente o a través de un familiar, pueda tener algunos tips relacionados a qué hacer en su tiempo libre. “Tratamos de conectarles a ese modo virtual de poder estar mas cerca de familiares y amigos”.
REALIDADES
En el país hay una población que por circunstancias mismas de sobrevivencia deben salir a trabajar y están en los mercados, se dedican a la venta de yuyos. Ferreira aseguró que están pensando en una estrategia de enseñarles a cómo evitar ciertas cuestiones como el tema de la higiene, el cubrebocas, para que entiendan que esto puede afectar a su salud por las condiciones mismas de la edad.
“Deseamos que aprendan a vivir de una manera más cautelosa y no arrinconarles más. Hay gente que vive sola, que no tiene familia o que viven en otros lugares, la angustia entre a jugar en ellos”.
Otros abuelos sufren violencia, son menos comprendidos en este tiempo, pues hay una brecha generacional compleja.
Desde la Municipalidad impulsan cursos para que personas que convivan con ellos sepan cómo tratarles en el ámbito familiar. En la página de la dirección general de área social, pueden encontrar varios cursos sobre alimentación saludable, gimnasia, zumba, etc.
Finalmente, envió un mensaje a esta población vulnerable: “No decaigan, todo pasa, hay que estar más que nunca conectados con la familia, hay gente queriendo hacer cosas por ustedes y también deben estar expectantes por una vida más sana. Los que están en el núcleo de la familia deben aprender a convivir y las personas jóvenes rescatar valores que los abuelos tienen por ofrecer”.
DESDE HACIENDA
Un total de 18.857 adultos mayores fueron incorporados al cierre de julio del 2020 al Programa de Pensión Alimentaria, administrado por la Dirección de Pensiones No Contributivas (DPNC), dependiente del Ministerio de Hacienda.
Con esta cantidad de nuevos beneficiarios, la pensión del Estado llega actualmente a 212.868 personas de la tercera edad en situación de vulnerabilidad social.
El Programa de Pensión Alimentaria a Adultos Mayores representa el 96,7% del total de los subsidios otorgados por el Gobierno, a través de las pensiones no contributivas, los cuales demandan una inversión mensual promedio de G. 116.696 millones. Cada beneficiario percibe una suma mensual de G. 548.21.
La Ley N° 6381/2020 y su Decreto Reglamentario establecen que podrán acceder a la pensión alimentaria aquellas personas paraguayas nacionalizadas, con al menos 5 años de residencia, o extranjeras con al menos 30 años de residencia en el país, mayor de 65 de edad en situación de vulnerabilidad social.
Los adultos mayores que deseen beneficiarse con la pensión alimentaria deben inscribirse en la Municipalidad de la comunidad donde viven y posteriormente ser censados en su domicilio. Los censistas acreditados por el Ministerio de Hacienda acudirán debidamente identificados para relevar las condiciones de vida de las personas inscritas, a fin de conocer el Índice de Calidad de Vida de los mismos que los seleccione como potenciales beneficiarios.
La inscripción para el censo puede ser realizada en línea a través de la página web del Ministerio de Hacienda, la cual se encuentra disponible en esta dirección: https://servicios.hacienda.gov.py/InscripcionCenso/
Los interesados pueden llamar al número (021) 419 8056, de 07:00 a 17:00 horas, de lunes a viernes, para realizar consultas sobre las pensiones administradas por la Dirección de Pensiones No Contributivas, dependiente de la Subsecretaría de Estado de Administración Financiera.