Presidente de la Comisión de Hidroeléctricas Binacionales del Parlasur, delegación paraguay
A Abdo Benítez parece que no le preocupó mucho que estuvo a punto de ser enjuiciado políticamente por el Acta Secreta de Itaipú del 24 de mayo del 2019. Volvió a reincidir, casi en los mismos términos, en la denominada Carta Convenio de presentación del Cronograma de Contratación de Potencia de Itaipú, firmada entre ANDE, ELETROBRAS e Itaipú, este diciembre, porque finalmente no es él quien decide las cosas en el Paraguay, sino su amo, Jair Bolsonaro. En el Paraguay, luego de la Guerra de la Triple Alianza (1864 – 1870), era el esclavista Emperador Pedro II del Brasil el único que mandaba, en un país ocupado militarmente y que sufrió el peor genocidio de América. No tenían poder sus títeres complacientes. El dictador Stroessner se aproximó a ese modelo y ahora Abdo quiere volver a replicarlo. La firma de la Carta Convenio ANDE – ELETROBRAS – ITAIPÚ trae enormes perjuicios al Paraguay y sólo se puede explicar como una decisión soberana de Jair Bolsonaro, fielmente acatada por Abdo. El mentor de éste, el tirano y también genocida Stroessner, tenía al menos la astucia, cuando entregaba la soberanía ante la dictadura militar brasileña, de buscar obtener alguna “ventajita”. Marito, una mala copia de Stroessner –con todos sus defectos y ninguna de sus virtudes–, por segunda ocasión comete el mismo “error” elemental: entrega todo y no obtiene ninguna “ventajita”, siquiera, en la Carta Convenio de Itaipú que firmó vía ANDE. Ensaya, es cierto, otra estrategia acorde a la época: tirar una densa cortina de humo, con ayuda del mismo Bolsonaro, para tratar de tapar la vil entrega que hace. No es casual, por ello, que justo unas horas después que Abdo Benítez le concede todo a ELETROBRAS y a Bolsonaro en Itaipú, la justicia brasileña impute a Horacio Cartes. Además, para mayor distracción, eligen la época de navidad y año nuevo. El error de Abdo Benítez –bastante más torpe que su mentor, el dictador Stroessner– es no saber que una cortina de humo es eso, humo, y que en pocas semanas se disipará y quedará en evidencia su brutal entrega sin siquiera tener una “ventajita” que mostrar, como mucho más previsoramente conseguía Stroessner de sus amigos de la dictadura militar brasileña. ¿Cuál es la ventaja –o ventajita– para el Paraguay de la Carta Convenio ANDE – ELETROBRAS – ITAIPÚ? Ninguna, ni los más obsecuentes abdistas pueden encontrar ventaja alguna. Lo único que atinan a decir es que no subirá la tarifa. Esto, primero, no es una ventaja. Y, segundo, al reaccionar así reconocen que los costos subirán para ANDE y que el déficit crecerá como deuda, como una enorme bola de nieve, que tendrá que ser pagada con creces por el usuario dentro de unos años
