Del Metro de Santiago de Chile al Mercado Municipal de Curitiba…
No hace falta ir a Estocolmo, Londres o Berlín para calibrar la enorme distancia que nos separa de ciudades en las que la prestación de servicios esenciales es el motivo central de una buena gestión pública. Daremos solo dos ejemplos que nuestros lectores podrán constatar por si mismos, si gustan profundizar el tema.
Metro de Santiago de Chile (https://www.youtube.com/watch?v=gJSPFlH7UgE) . Sabemos que Chile es ejemplo a seguir en muchos órdenes de la gestión pública. Pero es en el Metro de Santiago en el que se percibe la excelencia en su máxima expresión. Es uno de los trenes subterráneos urbanos más extensos del continente. Lo administra la Empresa de Transporte de Pasajeros Metro S.A., una sociedad estatal que con su red de 140 kilómetros, 7 lineas y 134 estaciones moviliza diariamente 2.600.000 pasajeros. No se trata solo de un medio de transporte, es además un portento de ingeniería, diseño y escenario de obras de arte. Sí, así como suena. Es una galería y museo de arte pictórico en cada una de sus estaciones. Sólo podría compararse con el Metro construido por los bolcheviques en Moscú luego de la revolución, con el fin de reivindicar a obreros y campesinos. El Metro de la capital chilena es un homenaje permanente, con servicio de altísima calidad, a millones de santiaguinos en su diario quehacer.
Mercado Municipal de Curitiba (https://www.youtube.com/watch?v=HBf1TGN_Wmc) Es el principal espacio comercial de esta ciudad brasileña que cubre 17.000 metros cuadrados en un área de gran movimiento. Reúne 362 unidades comerciales operadas por 196 comerciantes que ofertan mas de 72.000 ítems, desde “frango frito com farofa” hasta cristalería fina. Eso genera un movimiento anual de 3.500.000 visitantes que recorren kilómetros de puestos en medio de un ambiente impecable, acondicionado, con pisos rutilantes e iluminación plena. Cuesta diferenciar ese centro comercial de gestión municipal del mejor hipermercado de alta marca.
Ambos casos, el Metro de Santiago y el Mercado de Curitiba, ofrecen un medioambiente de alta calidad en el cual se mueven viajeros, clientes y trabajadores, con excelente clima laboral y servicios que dignifican al ciudadano.
Conceptos, hay que decirlo, que nuestros munícipes no solo ignoran en su práctica diaria sino que desprecian con su política de bajísima calidad.